Campilobacteriosis y salmonelosis, las zoonosis más frecuentes en la UE en 2022

12 de diciembre de 2023/ EFSA/ Unión Europea.
https://www.efsa.europa.eu

15-dic-2023 (hace 11 meses 8 días)

Según el informe anual sobre zoonosis publicado por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), la campilobacteriosis y la salmonelosis fueron las enfermedades zoonóticas en humanos notificadas con mayor frecuencia en la UE en 2022, si bien el número de casos fue aún menor que durante los años prepandémicos 2018-2019.

El número de casos notificados de campilobacteriosis, que es la enfermedad zoonótica más frecuente, se mantuvo estable en 2022 en comparación con el año anterior, con 137 107 casos. La carne de pollo fue la fuente más común de infecciones.

La salmonelosis fue la segunda enfermedad zoonótica más notificada, con 65 208 casos en 2022, frente a 60 169 en 2021. Sin embargo, diecinueve Estados miembros y el Reino Unido (Irlanda del Norte) cumplieron con éxito todos los objetivos establecidos para la reducción de Salmonella en aves de corral. Se trata de la cifra más alta de cumplimiento desde 2018, cuando 14 Estados miembros cumplieron todos los objetivos, un hito en los esfuerzos colectivos para combatir las enfermedades zoonóticas y proteger la salud pública.

Este informe no sólo examina casos de enfermedades notificados esporádicamente, sino que también investiga brotes transmitidos por alimentos: casos en los que al menos dos personas contraen la misma enfermedad por consumir el mismo alimento contaminado.

El número de brotes de transmisión alimentaria notificados en la UE aumentó un 44 %, de 4 005 en 2021 a 5763 brotes en 2022, alcanzando niveles similares a los de los años anteriores a la pandemia y provocando el mayor número de muertes relacionadas con brotes en la última década (64). Las muertes se atribuyeron principalmente a Listeria monocytogenes y se asociaron con una amplia variedad de alimentos, desde carne y productos lácteos hasta pescado y verduras. El uso más frecuente de la secuenciación del genoma completo puede haber mejorado la sensibilidad de la vigilancia, aumentando así la capacidad de detectar brotes en los Estados miembros.