En el contexto de la producción porcina, donde las operaciones no conocen descanso, surge un desafío persistente que requiere nuestra atención y reflexión: la alta rotación de personal y el preocupante ausentismo. Al profundizar, queda claro que la raíz de estos problemas puede ser más compleja que una simple escasez de mano de obra o resistencia al trabajo. Este es un enigma que amenaza la eficiencia de los procesos y la sostenibilidad del negocio, cuya solución puede estar dentro de la granja.
Los gerentes y supervisores luchan diariamente para retener a los nuevos empleados más allá del período de prueba y cultivar el compromiso de los más antiguos. ¿Qué impide que las personas permanezcan en las granjas por más tiempo?, ¿no sería la calidad de las relaciones interpersonales en el entorno laboral un aspecto que debe abordarse? ¿no sería la presión por la eficiencia, junto con la falta de habilidades emocionales, lo que podría estar afectando la salud mental de los trabajadores y llevándolos a tomar la decisión de dejar sus empleos?
La propuesta es enfatizar la importancia de incluir la salud mental y el bienestar humano en el centro de las discusiones sobre la eficiencia operativa de las producciones en Brasil y en todo el mundo.
Se ha observado en la práctica que la alta rotación y el creciente ausentismo son síntomas de un problema más profundo, que merecen atención. A continuación, se exponen algunos patrones de comportamiento detectados en más de 10 años de observación y estudios dentro de las granjas
Relaciones tóxicas: los empleados describen relaciones que consideran perjudiciales y que afectan su motivación. En una ocasión, un trabajador contó: "Sabes, es difícil lidiar con mi supervisor. Siempre encuentra algo mal en lo que hago y no es nada educado al señalarlo. Realmente me desanima y cada día tengo menos ganas de venir a trabajar."
Uso estratégico del ausentismo (faltas justificadas o injustificadas): algunos colaboradores adoptan frecuentes ausencias como una táctica para provocar despidos mientras aseguran sus derechos indemnizatorios. En una entrevista, un empleado con más de tres años de experiencia en la granja compartió: "No quería renunciar porque perdería mis derechos, pero las cosas se volvieron difíciles y simplemente ya no quería estar aquí." Según él, el problema había comenzado hace unos meses, cuando un nuevo supervisor asumió la dirección del área en la que trabajaba.
Estrés crónico: la presión excesiva lleva a desequilibrios emocionales y problemas de salud, lo que compromete la eficiencia. En otra ocasión, una empleada dijo: "Aquí dentro, la presión es enorme. Siempre quieren que hagamos más y más, pero no siempre nos dan las condiciones que necesitamos, y no cumplen las promesas que hacen. A veces no lo soporto. Me afecta mucho, no puedo ni dormir adecuadamente. Y, aun así, tengo que estar bien para ocuparme de mi familia cuando llego a casa".
En las granjas con el desafío de alta rotación de personal, a menudo noto que una realidad permanece sin decirse: un profundo descontento que flota en el aire, en gran parte debido a una gestión excesivamente controladora, con expectativas que superan la capacidad y madurez del equipo.
A continuación en la tabla 1, se establecen algunas conexiones entre algunos síntomas del descontento y sus consecuencias:
Tabla 1. Señales de descontento y sus consecuencias en el trabajo de los líderes y en la granja
Señales de descontento | Comportamientos observables | Consecuencias para el individuo | Consecuencias para el equipo | Consecuencias para la granja |
---|---|---|---|---|
Alto absentismo y rotación | Faltas y retrasos frecuentes, con o sin justificación. | Insatisfacción, baja autoestima, disminución de la motivación y el rendimiento. | Inestabilidad en el equipo, carga de trabajo adicional para cubrir las ausencias. | Retraso en tareas y entregas, bajo rendimiento, costos adicionales de formación para nuevos empleados, mala reputación que dificulta la atracción de talento. |
Comportamiento colectivo negativo | Actitudes rudas, conflictos personales, persecución, búsqueda de culpables. | Estrés, desequilibrio emocional, irritabilidad y malestar general. | Falta de cooperación, empeoramiento del clima laboral, aumento del estrés colectivo. | Ambiente de trabajo negativo, conflictos improductivos, disminución de la productividad. |
Desinterés por el aprendizaje | Falta de interés en capacitaciones y mejoras. | Perdida de oportunidades de mejora y desarrollo. | Falta de actualización y estancamiento, resistencia al cambio. | Estancamiento de los procesos, resultados zootécnicos por debajo del potencial de la granja. |
Problemas de Salud | Falta de personal, pausas frecuentes, déficit de atención, fallas en la comunicación, ansiedad. | Desmotivación, malestar y mala calidad de vida. | Reducción de la productividad, carga de trabajo adicional. | Alto gasto en atención médica, costos por absentismo y rotación, disminución de la eficiencia operativa y el rendimiento. |
Fuente: autor
Se observa que las implicaciones de no estar en un ambiente laboral favorable son complejas, por lo tanto, los problemas de un individuo afectan a todo el equipo y, en última instancia, impactan en la productividad y la sostenibilidad de la granja.
Se pueden implementar estrategias de liderazgo para promover entornos de trabajo más saludables y productivos. A continuación, indico tres acciones prácticas para utilizar en el día a día de la granja:
Comunicación abierta y empática: para que todos tengan un espacio seguro para compartir preocupaciones y dificultades, sin temor a represalias.
Promoción de un ambiente positivo y flexible: Fomentar un entorno de trabajo que reconozca los esfuerzos individuales y colectivos, ofreciendo asesoramiento y resolviendo conflictos. Adoptar políticas de flexibilidad que permitan a los trabajadores equilibrar sus responsabilidades laborales con sus necesidades familiares y sociales.
Desarrollo de líderes: mientras priorizamos el bienestar de los colaboradores, es fundamental recordar que cuando los líderes son altamente comprometidos enfrentan sus propias luchas por la salud mental. Se esfuerzan por demostrar eficiencia tanto a sus superiores como a su equipo, a menudo asumiendo el control de todo. Entonces, ¿quién se encarga de ellos en este desafío complejo de la producción? La solución radica en capacitarlos en habilidades comportamentales y de comunicación. Esto les permite desarrollar resiliencia, aprender a establecer y mantener relaciones armoniosas que seran productivas en el entorno de trabajo.
Es fundamental reconocer que las personas son el corazón de cualquier empresa sostenible y la importancia de construir entornos laborales que preserven la salud mental de todos los involucrados en las operaciones. El desarrollo de liderazgo es clave para hacer realidad esta visión.
Los líderes operativos tienen el poder de implementar cambios prácticos y tangibles. Sin embargo, necesitan una capacitación adecuada, contextualizada y con aplicabilidad práctica para lograr este objetivo.
La sostenibilidad en la industria porcina no se trata solo de cumplir con regulaciones ambientales o eficiencia económica. Incluye el cuidado de las personas que trabajan en las granjas, ya que esto es fundamental para construir un futuro más sostenible, donde la producción de cerdos sea sinónimo de bienestar colectivo, respeto y productividad, con una visión de protección del entorno, las relaciones y la gobernanza.