Pablo Magallón destaca la importancia de empezar con una primeriza bien trabajada. Enfatiza que “durante la recría es muy importante asegurar el acceso adecuado de todos los animales al pienso. Un bebedero por cada 10 animales, mínimo de 1 m2 por animal en la fase final de recría y alimentación ad-libitum desde el nacimiento a la inseminación”.
Es importante ser sistemático y comenzar a recelar en torno a las 24-26 semanas para conseguir que las cerdas empiecen a ciclar lo antes posible. Hacerlo más tarde conlleva inseminar animales demasiado pesados, con todas las consecuencias sobre producción, longevidad, eficiencia nutricional que comporta.
En condiciones normales, el 70% de los animales debe tener celo detectado tras unos 20-25 días desde el inicio de la recela. Esta pauta permite trabajar con edades de inseminación de 220-230 días y una horquilla de pesos entre 135 kg y 160 kg. Lo ideal es registrar 2 celos antes de la inseminación.
En este punto Magallón es categórico: es básico que en las 3 semanas anteriores a la cubrición la nulípara no tenga ningún evento (vacunación, adaptación a jaulas) que pueda causarle una reducción de la ingesta. Este manejo busca tener el máximo de los folículos posibles en tamaño preovulatorio.
En una situación ideal, o en el diseño de una granja nueva, PIC recomienda 9 semanas de espacio en jaulas para las nulíparas para una adecuada adaptación, control de celos y flushing. En estas granjas se trabaja con 250 lux , buen pasillo para el verraco y dosificadores tipo feeding ball que permiten alimentación ad libitum.
Cuando no hay jaulas suficientes preferieren dejar las primerizas en corral sin ningún tipo de estrés y moverlas a jaula cuando salgan en celo para inseminarlas allí.
Durante toda la entrevista Magallón hace hincapié en la importancia de la condición corporal, para ello recomiendan el uso de unas cintas que miden el diámetro de flanco a flanco y permiten estimar el peso de la nulípara a la primera inseminación.
En 2022, PIC ha presentado nuevas recomendaciones de alimentación basadas en sus estudios. Las recomendaciones se realizan en Mcal de energía neta o metabólica (Mcal EN/EM).
Para una nulípara inseminada por primera vez entre 220 y 230 días de vida, se recomienda una curva plana en toda la gestación de 4,4 Mcal EN diarias.
En el preparto, se debe alimentar a la cerda con la misma cantidad de pienso que estaba comiendo en gestación, pero con pienso de lactación o periparto. Repartido en, al menos, 2 tomas para acostumbrarla a comer en varias tomas y que no haya mucho tiempo desde la última ingesta al momento del parto (reducción de nacidos muertos y de duración del parto).
Tras el parto, la alimentación debe ser ad-libitum, aunque Magallón matiza: “preferimos pautarle un aumento rápido y progresivo de consumo, pero no un ad libitum, justo después del parto.”
Magallón insiste en la medición de la condición corporal: “Somos firmes defensores del uso del caliper, nos permite obtener una medida objetiva de la condición corporal. Se puede enseñar a los granjeros con una formación de 30 minutos, es repetible y permite generar mucha información en tiempo real”. Y prosigue “lo realmente interesante es realizar mediciones al parto y al destete, ya que la medición al parto permite valorar cuán ajustada está la curva de alimentación que se está llevando en gestación a las necesidades de los animales, y la doble valoración parto - destete conocer qué pérdida de condición corporal se ocasiona durante la lactación”.
Al parto, el rango de puntuación caliper para la cerda Camborough debe estar entre 12-15 y la pérdida normal en lactación es de 1,5 puntos para multíparas y 2,5 para nulíparas, aunque lógicamente estos datos deben valorarse en función de lechones destetados, días de lactación etc.
En la figura se muestra de una forma detallada las recomendaciones de alimentación para la cerda destetada.
Los puntos principales a retener son:
Para las cerdas de tercera gestación o más, se recomienda aumentar 0,55 Mcal EN (unos 250 gr pienso) durante el último tercio de gestación, por sus mayores necesidades de mantenimiento.
Otra medida recomendable es dar 300 gramos más de pienso o paja granulada durante los primeros 5 días tras pasarlas a corrales de gestación confirmada para conseguir una mayor saciedad y que, por tanto, estén más tranquilas en los primeros días de agrupamiento.
Las recomendaciones generales en lactación son las estándares hoy en día: garantizar buen ambiente a los lechones, un encalostramiento adecuado, etc., pero sí que Magallón quiere hacer énfasis en 2 aspectos concretos:
La elevada mortalidad de las reproductoras es un problema cada vez más común en todas las granjas y que preocupa al sector porcino. Para terminar este articulo preguntamos a Magallón como se aborda este tema en PIC.
Magallón explica que, según los datos de Benchmarking de la Camborough, la media de mortalidad de las 750 000 cerdas incluidas en Europa está alrededor del 10%. En todo caso, explica, las bases para mantener la mortalidad en números aceptables son: