Gracias por leer esta serie de artículos que revisa de forma crítica nuestro conocimiento actual de la microbiota y la producción porcina. A pesar de enfrentar muchos desafíos, se ha demostrado que ciertas estrategias seleccionadas tienen un efecto beneficioso en la microbiota intestinal. En este último artículo, nos centraremos en una estrategia simple de manejo, que puede tener un impacto en el momento más desafiante de la vida del lechón: el destete.
A nadie familiarizado con la producción de carne de cerdo le sorprende que el destete sea una etapa difícil para los animales, los productores y los veterinarios. El estrés del destete incluye el cambio de dieta, la mezcla con diferentes grupos de cerdos y la posibilidad de tener que trasladar cerdos a diferentes salas/naves/sitios/países. Además, el destete también significa el final de la inmunidad pasiva. Los cerdos se ven obligados a adaptarse rápidamente a su entorno, nueva dieta y nuevo… ¿microbioma?
El cambio más radical en la microbiota intestinal de cualquier cerdo tiene lugar en el destete. Esto se evidencia al investigar la diversidad beta asociada a los lechones desde el parto hasta el destete (Figura 1). A modo de resumen, la diversidad beta es una medida de la similitud entre muestras. Por ejemplo: ¿cuántas bacterias del microbioma de un lechón están presentes en su primer día de vida y a los 21 días de edad? Por lo tanto, CUALQUIER medida que ayude a los cerdos a adaptarse después del destete es importante. Es bien conocido que el cambio de dieta asociado al destete – de leche líquida rica en lactosa a alimento sólido con otras fuentes de carbohidratos - determina los cambios del perfil enzimático del intestino durante el destete. En resumen, observamos una reducción progresiva de la lactasa y un aumento de la actividad de la amilasa, la maltasa y la sacarasa. El microbioma intestinal también necesita adaptarse a este nuevo entorno y nuevas fuentes de energía. Los microbios, al igual que su hospedador, se alimentan del contenido que viaja a través del lumen gastrointestinal. Curiosamente, las investigaciones más recientes sugieren que, a diferencia de lo que se ha demostrado para otras especies, la microbiota de los lechones sanos o de alto rendimiento es menos diversa que la de los lechones con diarrea o de bajo rendimiento.
Exponer a los lechones a alimento sólido antes del destete (creep-feeding) puede ayudar a sembrar el microbioma intestinal con microbios que responderán más rápidamente a los cambios provocados por el destete. El creep-feeding permite esencialmente que las bacterias que utilizan fuentes de energía distintas de la lactasa comiencen a proliferar, cambiando así el perfil funcional del microbioma intestinal (algo que hemos tratado en la Parte 3). Acelera la maduración del microbioma, aumenta la diversidad microbiana, reduce los episodios de diarrea en la primera semana postdestete y parece incrementar la ganancia de peso a largo plazo (Choudhury et al., 2021. Shim et al., 2005. Want et al., 2019. Frese et al., 2015). Evidentemente, existen variaciones debidas a las diferentes formulaciones de los alimentos, pero en general el creep-feeding parece preparar positivamente el intestino y su microbiota para los desafíos del destete (y postdestete). Se puede establecer un paralelismo, observando las diferencias en el estilo de vida, con los cerdos criados en libertad o los jabalíes, ya que sus crías tienen acceso a la tierra y a otros alimentos que permiten la maduración de su microbiota intestinal. El creep-feeding también apoya el concepto de un microbioma resistente (como se analiza en la Parte 3 de esta serie de artículos). Tras la alteración asociada al destete, los lechones expuestos al creep-feeding presentan un cambio menos pronunciado en el perfil de su microbioma intestinal. En otras palabras, su microbioma es más resistente al cambio.
Diversos estudios han investigado los efectos de los prebióticos, probióticos, simbióticos y postbióticos en la salud y el rendimiento de los cerdos. Los cambios duraderos en la microbiota requieren la introducción/eliminación repetida de microbios específicos, tal y como comentamos en la Parte 2. Es importante tener en cuenta que los resultados de estos estudios no suelen reproducirse. Esto se debe probablemente a las razones discutidas en la Parte 1 – y a cómo replicamos los métodos analíticos para verificar los hallazgos.