Efectos de la sustitución parcial de maíz por trigo y cebada sobre el rendimiento del crecimiento de cerdos de engorde

La escasez reciente de maíz y el aumento de su precio han centrado los esfuerzos en la investigación de materias primas para sustituirlo. El trigo y la cebada son las principales opciones para sustituir el maíz, aunque su contenido en polisacáridos no amiláceos representa una limitación para su inclusión y requiere la adición de enzimas en la dieta. Sin embargo, estudios anteriores han demostrado que la cebada y el trigo podrían sustituir el maíz desde el periodo de destete hasta el engorde siempre que se mantenga el equilibrio de proteínas o aminoácidos en la dieta. Por lo tanto, el objetivo de este estudio fue investigar los efectos de la sustitución de maíz por trigo y cebada sobre el rendimiento del crecimiento, la capacidad antioxidante, la salud intestinal y la composición de la microbiota fecal de los cerdos de engorde. Dieciocho cerdos sanos "Duroc × Landrace × Yorkshire" (50 ± 0,85 kg) se distribuyeron aleatoriamente en tres grupos con seis corrales cada uno y un cerdo por corral. Los tres grupos tratamiento se alimentaron con una dieta basal a base de maíz y harina de soja y una dieta con el maíz sustituido parcialmente por trigo y cebada, respectivamente. Los niveles nutricionales de los tres tratamientos fueron los mismos. La duración del ensayo fue de 28 días.

La sustitución parcial de maíz por trigo y cebada no tuvo efectos significativos sobre el rendimiento del crecimiento, la capacidad antioxidante y la digestibilidad de los nutrientes. En comparación con la dieta basal y la dieta con sustitución parcial de maíz por cebada, la dieta con sustitución parcial de maíz por trigo aumentó significativamente la altura de las vellosidades duodenales y la relación altura de las vellosidades/profundidad de las criptas. En comparación con la dieta basal, las dietas de trigo y cebada aumentaron significativamente el contenido de ácido butírico, ácido propiónico y ácidos grasos volátiles totales en la digesta del ciego y colon de los cerdos de engorde. Además, la abundancia de Turicibacter, Escherichia-Shigella y otras bacterias perjudiciales, en los grupos alimentados con dietas de cebada y trigo, disminuyó significativamente a nivel de género. La abundancia de Bifidobacterium, Lactobacillus, Prevotella y Roseburia aumentó significativamente.

En conclusión, la sustitución parcial de maíz por trigo y cebada como materias primas energéticas no afecta al rendimiento del crecimiento de los cerdos, pero puede regular la flora y promover la salud intestinal.