Alimentación de cerdas de reposición

Gonzalo González MateosPedro Medel de la Torre
25-ene-2008 (hace 16 años 10 meses 27 días)

Introducción

Tradicionalmente se alimenta a las reproductoras con dos piensos (gestación y lactación), siendo el primero un pienso más cercano al mantenimiento y el segundo a la producción. Sin embargo las cerdas durante el primer ciclo y aún en el segundo son animales en desarrollo, siendo sus requerimientos en proteína claramente superiores a los de las cerdas adultas, mientras que las necesidades en energía son más parecidas (menor mantenimiento y más crecimiento, así mismo menor consumo).

Figura1: Requerimientos totales de gestación en energía y proteína según el ciclo reproductivo.
Energía, Mcal EM Proteína, gr lisina digestible verdadera

Los objetivos de alimentación de las primerizas persiguen asegurar un buen crecimiento corporal y desarrollo reproductivo antes de la cubrición y durante el primer ciclo, que permitan unos buenos rendimientos al primer parto y una larga vida reproductiva.

Alimentación hasta la primera cubrición

Las futuras reproductoras suelen adquirirse o criarse de forma separada (autoreposición), entre los 60 o 120 kg de peso vivo dependiendo de la explotación, presentándose la pubertad entre los 100-120 kg.

Hasta la pubertad, comparados con los cerdos de cebo comerciales, estas presentan un menor potencial magro y mayores consumos (sobretodo en comparación a los finalizadores Pietrain), por tanto menores requerimientos proteicos, sin embargo los aportes de minerales y vitaminas deben asegurar un buen desarrollo esquelético y funcionalidad reproductiva.

Desde la pubertad hasta la cubrición las dietas deben procurar una buena tasa de crecimiento (650-700 g/d, aprox.) y un considerable aumento de la grasa dorsal, siendo importante un buen aporte energético, así como de minerales y vitaminas.

Primera cubrición

Deben alcanzarse unos objetivos de edad, peso, espesor de grasa y número de estro a la primera cubrición, ya que estos afectaran significativamente los rendimientos productivos posteriores y vida útil de la cerda en la explotación, siendo extremadamente difícil modificar la condición corporal de la cerda una vez iniciada su vida reproductiva.

Los objetivos dependerán de cada genética (peso adulto, engrasamiento y precocidad), pudiéndose establecer dentro de los siguientes rangos (tipos genéticos más comunes actualmente)

• Edad: 220-250 días

• Peso vivo: 135-150 kg

• Espesor de grasa dorsal: 16-19 mm
- Engrasamiento unos 2mm superior para la cerdas LWxLD vs DuxLD
• Estro: 2-3º

Flushing

Unas dos semanas antes de la primera cubrición puede aumentarse el suministro de energía a las nulíparas (principalmente carbohidratos, 50-100 gr/d de dextrosa), aumentado los niveles plasmáticos de insulina y IGF-1, que estimularán la maduración folicular por el aumento de la frecuencia y profundidad de los picos de LH. Por tanto puede mejorarse la tasa de ovulación, alcanzando su máximo potencial genético.

Esta práctica presenta menor respuesta en cerdas multíparas, pudiendo ser de interés en casos de baja condición corporal o excesiva pérdida de peso durante la lactación.

Primera gestación

Primer tercio: se recomienda moderar el plano de alimentación, debido a su posible efecto perjudicial de una sobrealimentación sobre la supervivencia embrionaria, siendo los primeros días postcubrición los más críticos. Este efecto se debe a una disminución de la progesterona en sangre, describiéndose en general de una forma más clara en primerizas

Segundo tercio: se incrementará el plano de alimentación, siendo el mejor momento para asegurar un buen desarrollo y condición corporal.

Último tercio: durante este periodo aumentan las necesidades para el crecimiento fetal, así como el tejido mamario. Salvo casos extremos, la cerda priorizará el crecimiento fetal a expensas de sus reservas, sin embargo un buen estado corporal al parto está correlacionado positivamente con una mejor condición corporal al destete, y esta con una mayor eficacia reproductiva en el siguiente ciclo. Un engrasamiento excesivo puede provocar dificultades en el parto, afectar negativamente el consumo durante la lactación, así como disminuir la producción de leche por acumulación de grasa en la glándula mamaria.

Primera lactación

Las cerdas de primer parto presentan menores consumos que las adultas, siendo menor la producción de leche y mayores las pérdidas corporales (siendo la repercusión sobre le IDC mayor en primerizas que cerdas multíparas). Por tanto se procurará asignarle camadas de menor tamaño, así como cualquier medida que puede aumentar su consumo voluntario será de mayor importancia.