Proteínas vegetales en porcino

Gonzalo González MateosPedro Medel de la Torre
24-dic-2007 (hace 16 años 11 meses 28 días)

Introducción

Desde la prohibición de la harina de carne y de las proteínas animales conjuntamente a la fabricación de piensos para rumiantes, ha aumentado el interés del uso de las proteínas vegetales en dietas de porcino.

En piensos de cerdos de cebo y reproductores se utilizan las fuentes proteicas disponibles con mejor precio de interés relativo, pudiendo estar limitada su inclusión por la presencia de factores antinutricionales que puedan afectar las producciones o calidad de la canal/carne.

Sin embargo en dietas de lechones, se valorará la ausencia de factores antinutricionales, el valor biológico y digestibilidad de las diferentes fuentes de proteína vegetal en sustitución de la harina de pescado y proteína láctea.

Valor biológico de la proteína

En la figura 1 se presentan las principales fuentes de proteína utilizadas en animales de cebo y reproductores:

• La colza, soja y guisante: las mayores riquezas en AA esenciales.

• Haba y altramuz son pobres en AA azufrados.

• Girasol y proteínas derivadas de cereales son pobres en lisina.

De las proteínas vegetales más habituales para lechones (figura 2),

• La proteína de soja presenta un perfil bastante equilibrado.

• La proteína de patata es la que presenta una mayor riqueza en AA esenciales, siendo la más parecida a las proteínas animales.

• El gluten de trigo es bastante pobre en AA esenciales, sin embargo su contenido en glutámico es muy alto, alrededor de un 30% de la proteína comparado con un contenido de un 15-20%, para las proteínas lácteas o del 10-15% la proteína de soja, pescado y otras proteínas vegetales.

• La proteína de arroz es relativamente pobre en lisina.

Figura1: Contenido en aminoácidos de las principales fuentes de proteína vegetal para cerdos de cebo y reproductores (gr/100 gr de proteína)
Figura 2: Contenido en aminoácidos de las principales fuentes de proteína vegetal para lechones (gr/100 gr de proteína)


Factores antinutricionales

• DDGS de cereales y gluten de maíz: no poseen factores antinutricionales, pudiéndose presentar sabores amargos o anómalos por un sobreprocesado térmico o alteraciones durante el almacenamiento.

• Altramuz: deben utilizarse variedades dulces (L angustifolius y L luteus) con bajos niveles de alcaloides (0,2-0,5 g/kg, confieren un sabor amargo).

• Guisante: son recomendables las variedades de primavera con menores contenidos en factores antitrópsicos (2,7-4,5 UI/mg MS) y casi sin taninos.

• Habas: presentan distintos factores antinutritivos tales como taninos condensados, lectinas y factores antitrípsicos. Su contenido difiere según la variedad.

• Colza: las principales variedades cultivados son Brassica napus y B. campestris con bajos contenidos en ácido erúcico (<1% fracción grasa) y glucosinolatos (<20µmol/g, variedad doble cero o canola) con efectos goitrogénicos, otros factores antinutritivos son la sinapina y los taninos. En conjunto estos factores pueden reducir la palatabilidad y consumo de alimento si el nivel de inclusión de colza es elevado.

• Girasol: la principal limitación a su inclusión es el alto contenido en fibra y lignina, sobretodo en dietas de lechones y inicio de cebo.

• Soja: presenta los factores antitrípsicos y lectinas, los cuales son termolábiles, siendo su contenido tras el procesado por calor bastante bajo (< 2,5 mg/g y 0,5 µmoles/g, respectivamente). También contienen factores antigénicos termoestables (glicinina y β-conglicinina) que causan respuesta inmunológica, daños en la mucosa intestinal y diarrea en lechones.

— Concentrados: el contenido en proteína pueden variar desde el 50-65-90 % según el proceso de elaboración sea por fermentación, concentración o aislamiento. Se eliminan los factores antinutitivos totalmente o a niveles muy reducidos, así como los oligosacáridos y PNA.
• Concentrado de proteína de patata: presenta el alcaloide saponina de gusto amargo y que puede reducir la palatabilidad. Según el proceso de obtención puede reducirse su contenido.

Valor nutritivo y niveles de utilización en dietas de cebo y reproductores

Todas las fuentes de proteína vegetal presentan polisacáridos no amiláceos y oligosacáridos, los cuales pueden reducir su valor energético y digestibilidad (fibra ligada a proteína), aunque niveles moderados y dependiendo del tipo de animal pueden ser favorables para las fermentaciones microbianas intestinales y mejorar el tránsito intestinal (fibra dietética).

Los guisantes, habas y gluten de maíz tiene un contenidos de almidón apreciable, substituyendo parte de los cereales de la dieta. El contenido en grasa es bajo aunque en general bastante insaturado.

Límites máximos de inclusión de las principales fuentes de proteína vegetal en porcino, según FEDNA

Lechones starter Cebo Gestación Lactación
DDGS 1-2 4-6 8-10 6-7
Gluten feed (maíz) 5 8 11 8
Altramuz australiano
3 10 8 7
Guisante primavera
7 15 12 15
Haba Caballar
5 10 5 7
Colza 00
2 8 2 0
Girasol 28-36
2-4 6-8 12-14 8-12
Soja SL SL SL SL

Dietas de lechones

Los concentrados de proteínas vegetales se utilizan como sustitutos de la proteína láctea (sueros) y pescado, debido a la escasez, altos precios y la incompatibilidad del uso de harina de pescado junto a la fabricación de piensos para rumiantes. La digestibilidad de la proteína es alta y comparable a la de las proteínas animales de calidad, únicamente se recomienda limitar la inclusión de proteína de patata por la presencia de saponinas (contenido dependiendo del sistema de extracción de los diferentes productos comerciales).

Puede considerarse a los concentrados de proteína de soja, como la alternativa más utilizada, aunque esta puede combinarse con otras fuentes de proteína con el fin de diversificar, equilibrar mejor perfil aminoacídico o abaratar la dieta.