Martes, 10 de septiembre de 2019/ DG Agri/ Unión Europea.
https://ec.europa.eu/
Debido a dos factores importantes en las últimas dos décadas a nivel mundial: el aumento de los ingresos y los cambios en las preferencias de los consumidores, el consumo de alimentos ha estado creciendo a un ritmo más rápido que la población mundial.
Estos factores han resultado en un aumento del consumo de productos de mayor valor (como carne y productos lácteos) en las economías emergentes. Paralelamente, las crecientes preocupaciones sociales y medioambientales en las economías desarrolladas han influido en las preferencias de los consumidores, lo que lleva a un menor consumo de carne roja, por ejemplo. Estos son algunos de los principales hallazgos del informe de mercado "Oferta y demanda mundial de alimentos, tendencias del consumidor y desafíos comerciales", publicado por la Comisión.
La UE es, con diferencia, el mayor consumidor de carne de cerdo, como carne preferida, con un consumo superior a los 40 kg per cápita. Le sigue América del Norte con menos de 30 kg per cápita. La carne de cerdo también es la carne preferida en Asia, donde debería alcanzar los 15 kg per cápita para 2020. Por otro lado, en África, la carne de cerdo no se come tradicionalmente.
Menos del 8% de la producción mundial se comercializa y más del 80% de las exportaciones provienen de América del Norte y la UE. En ambas regiones, la estabilidad y, más recientemente, una ligera disminución del consumo, junto con una mayor producción, llevaron a un aumento de su excedente, alcanzando el 30% de uso en América del Norte y el 12% en la UE. En América del Sur, su superávit disminuyó a menos del 10% durante la década actual, principalmente debido al aumento del consumo interno. Gracias a un aumento significativo en la producción en los últimos años, el déficit del Mar Negro (y más específicamente de Rusia) disminuyó. El efecto de la peste porcina africana (PPA) no se tiene en cuenta en las perspectivas de la OCDE-FAO publicadas en 2019. El brote de PPA en Asia provocó una caída significativa de la producción (y el consumo), así como mayores importaciones en la región y más Particularmente en China. Sin embargo, incluso sin este evento, la tendencia a largo plazo indica un déficit creciente. La actualización de los sistemas de producción (de la producción tradicional de traspatio a la producción a mayor escala) no se ha desarrollado de forma lo suficientemente rápida como para responder al impulso de la demanda. La PPA probablemente acelerará esta adaptación.