Alimentación líquida: Influencia sobre resultados zootécnicos

Rosil Lizardo
13-jul-2007 (hace 17 años 5 meses 13 días)

El tracto digestivo del lechón al destete es todavía inmaduro y no dispone de todos los mecanismos que le permitan regular la ingestión voluntaria de alimento sólido, lo que puede provocar en el animal ciertos trastornos digestivos, diarreas y la proliferación de gérmenes potencialmente patógenos. La distribución de un alimento líquido repartido en muchas pequeñas tomas imita el comportamiento natural del lechón durante el periodo de lactancia y promueve el desarrollo del tracto gastro-intestinal. Con ello se facilita la transición de la leche materna a un alimento convencional, se mantiene la integridad del epitelio y el equilibrio la microflora, contribuyendo a la mejora de los resultados de crecimiento.

Los resultados publicados en la bibliografía (tabla 1) demuestran claramente que el alimento líquido proporciona una ganancia de peso significativamente superior a la del alimento seco en la fase post-destete. Los resultados con alimentos líquidos fermentados son todavía más evidentes, demostrando claramente que este tipo de alimentación puede ser una alternativa al uso de APC. En cuanto al índice de conversión en lechones, los resultados no son concluyentes, lo cual podría deberse a que la microflora instalada en el sistema de alimentación utilice o consuma ciertos micro-nutrientes esenciales (lisina, vitaminas, etc). Por eso, hoy en día se recomienda poner a fermentar los ingredientes mayoritarios con anterioridad y añadir los micro-ingredientes únicamente en el momento de la fabricación de la sopa.

Tabla 1. Influencia de la forma del alimento (seco, líquido, fermentado) sobre los resultados de crecimiento (GMD) y de conversión del alimento (IC) en lechones post-destete.

GMD(g/d) IC(kg/kg)
Referencia nº. cerdos PV (kg) seco líquido fermentado seco líquido fermentado
Kornegay et al., 1981 156 9-26 430 400 - 2,40 2,54 -
126 7-22 380 380 - 1,85 1,93 -
189 8-21 360 380 - 1,77 1,84 -
Danish Pig Federation, 1991 520 7-32 438b 480a - - - -
320 7-40 461b 527a - - - -
Hansen & Jorgensen, 1992 170 7-10 146b 196a - 1,75 1,69 -
360 6-9 142b 171a - 1,53a 2,03b -
Partridge et al., 1992 20 6-12 281b 312a - 1,12 1,12 -
Chesworth et al., 2001 120 8-18 418b 486a - 1,13 1,30 -
Hurst et al., 2001 36 10-25 425b 585a - 1,08 1,01 -
Kim et al., 2001 240 4-10 263 378 - 1,15 0,94 -
Choct et al., 2004 120 8-16 452 430 - 1,34a 0,90b -
Russell et al., 1996 24 3-7sem 343b - 428a 1,31a - 1,89b
48 3-7sem 397b - 450a 1,37a - 1,44b
Brooks, 1998 ? 7-16 260 - 310 1,28 - 1,30
Brooks & van Zuylen, 1998 69 8-16 351 - 373 1,14 - 1,14
Nielsen et al., 1983 92 9-16 153b 179b 220b 2,07a 1,86b 1,95b
190 8-20 305 315 333 1,69 1,68 1,69
Pedersen, 2001 300 9-25 387b 535a 392b 2,08a 1,71b 2,08a
Mikkelsen & Jensen, 1997 8 8-10 - 260 290 - 1,16 1,16
Scholten et al., 2000 248 8-18 - 280 297 - 1,94a 1,83b
Columbus et al., 2006 (*) 192 6-22 399 334 377 1,41 1,50 1,42
(*) Racionados vs. ad libitum


En engorde, es bien conocido que el pienso granulado permite obtener un mejor crecimiento y conversión que el pienso en harina. Sin embargo, cuando ese mismo pienso en harina se mezcla con agua y se distribuye en forma líquida, los resultados son similares a los del pienso granulado. Según una encuesta realizada en la Bretaña en la que se evaluaron los resultados de 359 bandas de engorde, no se observan diferencias de crecimiento ni tampoco de conversión de alimento entre el pienso granulado y el alimento líquido. En una recopilación de resultados experimentales en que el mismo alimento fue distribuido en seco o en líquido según diferentes planes de racionamiento (tabla 2), tampoco se observaron diferencias de ganancia de peso en los resultados más antiguos aunque se observe una tendencia de mejora de la conversión. En los resultados más recientes y con modernos equipos de alimentación computerizada, tanto con alimentación ad libitum como racionada, se observa una clara mejora de la ganancia diaria de peso y del índice de conversión.

A pesar de estas evidencias, el pienso seco granulado distribuido ad libitum en comederos tipo tolva es la forma de distribución de alimento más utilizada en España. Su principal inconveniente es la dificultad de aplicación de planes de racionamiento, llevando a que los cerdos ingieran más que sus necesidades, produzcan canales más grasas y excreten más nitrógeno en el purín. En el experimento de Quémeré et al. (1988) esto queda claramente demostrado; las canales del grupo con pienso granulado presentaron un porcentaje de músculo inferior en 1,6 puntos (50,9 vs. 52,5%) a las de los cerdos alimentados en líquido. Si el sistema de pago se basa en la clasificación objetiva de las canales según el porcentaje de magro, alimentar los cerdos en engorde con pienso en tolvas constituye una minusvalía directa para la renta de los granjeros. La utilización de los modernos sistemas de alimentación líquida computerizada tiene la enorme ventaja de permitir una mayor precisión, control y flexibilidad del manejo alimentario que los sistemas equivalentes con pienso seco. Cada grupo de animales puede recibir exactamente la fórmula y la cantidad de alimento que corresponde a sus necesidades en cada comida, facilitando así la obtención de canales magras, reduciendo el desperdicio de nutrientes y la contaminación medioambiental.

Tabla 2. Influencia de la forma del alimento (seco vs. líquido) sobre los resultados de crecimiento (GMD) y de conversión del alimento (IC) en el cerdo entre 25 kg PV y el sacrificio.

GMD(g/d) IC(kg/kg)
Referencia nº cerdos Alimentación seco líquido seco líquido
E.D.E. Bretaña, 1988 Encuesta 359 tandas de engorde 631 639 3,25 3,31
Forbes & Walker, 1968 32 Plan de racionamiento 700 705 3,14 2,91
36 Plan de racionamiento 764 777 3,34 3,07
36 Plan de racionamiento 659 673 3,46 3,05
Smith, 1976 6 Plan de racionamiento 629 635 3,14 3,08
64 Plan de racionamiento 552 574 3,50 3,32
Quémeré et al., 1988 486 Plan de racionamiento 776a 723b 3,05b 3,25a
Patterson,1989 48 Plan de racionamiento 758 738 2,92 2,85
Hurst et al., 2001 64 Plan de racionamiento 960b 1060a 2,09a 1,87b
Kneale, 1971 30 Restricción vs. ad libitum 665b 765a 3,38a 2,95b
Nielsen & Madsen, 1978 64 Ad libitum 604 604 3,01 2,86
Smed, 1994 1500 Ad libitum 655b 735a 2,96a 2,74b
Kim et al., 2001 240 Ad libitum 768 746 2,26 2,26
Canibe & Jensen, 2003 60 Ad libitum 961 995 2,15 2,15
Gill et al., 2004 1024 Ad libitum 754a 796b 2,53a 2,27b
Columbus et al., 2006 192 Racionamiento vs. ad libitum 982 1010 2,63 2,58


En el caso de cerdas reproductoras hay muy poca información disponible en la literatura. En un Workshop organizado pelo BPEX – DEFRA (UK), se presentaron resultados de campo en los cuales se observaban aumentos del 17,1; 19,6; 7,8 y 28,9% en el nº de lechones nacidos vivos (10,6 vs. 12,4), nº de destetados (9,7 vs. 11,6), del peso del lechón al destete (8,1 vs. 8,8kg) y del peso de la camada (78,5 vs. 101,2 kg) con la alimentación líquida (Gill et al., 2005). Por otro lado, las cerdas hiperprolíficas presentan con frecuencia falta de apetito post-parto, sobre todo en zonas calurosas, en verano o con temperaturas muy elevadas en parideras, los cual puede solventarse mediante la alimentación líquida.

Una noche de fermentación en los tanques de mezcla mejora la palatabilidad y si el alimento es fresco y palatable las cerdas pueden ingerir hasta un 20% más. Según datos de Tailandia, al facilitar la ingestión, se aumenta el consumo de materia seca, se reducen las pérdidas de peso durante la lactancia, disminuye la tasa de retornos en celo y se puede aumentar el peso de lechones destetados por cerda y año entre 17 y 28% (Gadd, 2004). Del mismo modo, parece ser que la distribución de alimento líquido fermentado durante el último tercio de la gestación permite obtener un mayor número de lechones nacidos vivos (11,1 vs. 9,8) y cerca de 450g más pesados que sus compañeros (1,79 vs. 1,33) hijos de cerdas alimentadas en seco (Tsourgiannis et al., 2003).

Las comparaciones entre pienso seco y alimento líquido son difíciles de realizar de una forma objetiva porque los planes de alimentación son habitualmente diferentes, las dietas suelen ser de por sí distintas y por otro lado, habría que contabilizar igualmente los desperdicios de pienso o de sopa. Esto hace que lo que se mida corresponda más bien a un uso aparente que a una verdadera eficiencia del alimento. No obstante, los granjeros que han optado por la alimentación líquida lo hicieron por otras ventajas ya mencionadas anteriormente más que por criterios estrictamente técnico-productivos.