La Comisión impulsa el uso de fertilizantes orgánicos

Miércoles, 12 de diciembre de 2018/ CE/ Unión Europea.
http://europa.eu/rapid

09-ene-2019 (hace 5 años 10 meses 15 días)

Las nuevas normas facilitarán el acceso de los fertilizantes orgánicos y basados ​​en residuos al mercado único de la UE. También introduce límites para el cadmio y otros contaminantes en los fertilizantes de fosfato. Esto ayudará a reducir el desperdicio, el consumo de energía y el daño ambiental, así como a limitar los riesgos para la salud humana.

Los elementos principales de las nuevas reglas son:

Próximos pasos

El acuerdo político preliminar alcanzado por el Parlamento Europeo, el Consejo y la Comisión fue confirmado en diciembre por los representantes de los Estados miembros y ahora está sujeto a la aprobación formal del Parlamento Europeo y del Consejo. El Reglamento se aplicará directamente en todos los Estados miembros y será obligatorio en 2022.

Antecedentes

En el marco del Plan de acción de la economía circular de 2015, la Comisión solicitó una revisión del reglamento de la UE sobre fertilizantes para facilitar el reconocimiento a nivel de la UE de los fertilizantes orgánicos y basados ​​en residuos. El uso sostenible de fertilizantes a partir de desechos orgánicos en la agricultura podría reducir la necesidad de fertilizantes a base de minerales, cuya producción tiene impactos ambientales negativos, y depende de las importaciones de roca de fosfato, un recurso limitado.

Según las reglas actuales, solo los fertilizantes convencionales no orgánicos, que normalmente se extraen de las minas o se producen químicamente, pueden comercializarse libremente en toda la UE. Los productos fertilizantes innovadores producidos a partir de materiales orgánicos están fuera del alcance del Reglamento de Fertilizantes actual. Por lo tanto, su acceso al mercado único depende del reconocimiento mutuo entre los Estados miembros, lo que a menudo es difícil debido a las normas nacionales divergentes. Por lo tanto, tales productos tienen una desventaja competitiva que dificulta la innovación y la inversión en la economía circular.

Según las estimaciones, si se reciclaran más residuos biológicos, se podría reemplazar hasta el 30% de los fertilizantes no orgánicos. Actualmente, la UE importa alrededor de 6 millones de toneladas de fosfatos al año, pero podría reemplazar hasta el 30% de este total mediante la extracción de lodos de depuradora, residuos biodegradables, harina de carne y huesos o estiércol.