Efecto del nivel de alimentación, dieta y paridad durante el intervalo destete-estro sobre el rendimiento reproductivo

Gianluppi R, Lucca M, Mellagi A, Bernardi M, Orlando U, Ulguim R, Bortolozzo F. Effects of different amounts and type of diet during weaning-to-estrus interval on reproductive performance of primiparous and multiparous sows. Animal. 2020; 1-10. https://doi.org/10.1017/S175173112000049X

24-sep-2020 (hace 4 años 3 meses 2 días)

Para mejorar el rendimiento reproductivo, las cerdas generalmente se alimentan con un pienso de alto nivel durante el intervalo destete-estro (IDE). Sin embargo, en las líneas genéticas modernas, el IDE se ha reducido a un punto en el que el impacto del nivel del pienso en el rendimiento puede haber disminuido. Por lo tanto, el objetivo del presente estudio fue evaluar el efecto de dos niveles de alimentación (nivel de alimentación moderado (NAM): 2,7 kg/día y nivel de alimentación alto (NAA): 4,3 kg/día) y dos tipos de dieta (gestación: 13,67 MJ/kg de energía metabolizable (EM) y 0,62% de lisina digestible ileal estándar (Lys DIE) y lactancia: 14,34 MJ/kg de EM y 1,20% de Lys DIE) ofrecidos durante el IDE sobre el rendimiento reproductivo. Para ello, de las 1320 cerdas iniciales y debido a la variabilidad en el consumo de pienso entre ellas, se incluyeron en el estudio un total de 254 primerizas y 806 multíparas Landrace × Large White. Se midieron el tamaño folicular y el cambio de peso corporal en submuestras de 180 y 227 hembras, respectivamente. El diseño experimental consistió en un arreglo factorial 2×2×2 (nivel de alimentación, tipo de dieta y paridad). Los datos se analizaron considerando la cerda como unidad experimental.

Como resultado, el consumo de pienso de los grupos NAM y NAA registraron un promedio de 2,5 ± 0,02 y 3,8 ± 0,02 kg/día, respectivamente. Hubo una interacción entre el nivel de alimentación y la paridad para el consumo diario de alimento. Dentro del grupo NAA, las cerdas multíparas consumieron más que las primerizas, pero no se observaron diferencias dentro de NAM. Las cerdas perdieron proporcionalmente menos peso cuando se alimentaron con NAA que con dietas NAM. El IDE no se vio afectado por el nivel de alimentación, el tipo de dieta o su interacción, pero fue más largo en las primerizas que en las multíparas. Además, no hubo ningún efecto del nivel de alimentación, el tipo de dieta, la paridad o sus interacciones sobre el anestro y las tasas de parto. Como era de esperar, las cerdas multíparas mostraron un mayor tamaño folicular y un mayor número de lechones nacidos vivos y nacidos en total que las primerizas.

En conclusión, un alto nivel de alimentación en cerdas primerizas y multíparas alimentadas con 4,3 kg/día de una dieta de gestación (58,78 MJ EM y 26,66 g Lys DIE) o una dieta de lactancia (61,66 MJ EM y 51,60 g Lys DIE) no mejora el tamaño folicular o el rendimiento reproductivo.