Suplemento de L-prolina durante el inicio de la gestación en cerdas de diferentes paridades

Gonzalez-Añover, P., and A. Gonzalez-Bulnes. 2017. Maternal age modulates the effects of early-pregnancy L-proline supplementation on the birth-weight of piglets. Animal reproduction science 181: 63-68. https://doi.org/10.1016/j.anireprosci.2017.03.016

06-sep-2018 (hace 6 años 3 meses 16 días)

La prolificidad depende de la cantidad de ovulaciones y/o pérdidas de embriones durante la implantación y las etapas iniciales posteriores a la implantación. Los AA funcionales (esenciales o no esenciales) desempeñan un papel destacado, como la síntesis de proteínas, las poliaminas y el NO, en el desarrollo de la placenta, conceptus y estructuras asociadas. Estudios previos en primerizas y realizados bajo condiciones experimentales sugieren que la suplementación con AA puede ser una estrategia prometedora para disminuir la incidencia de pérdidas embrionarias, si bien bajo condiciones de campo pueden producir diferentes resultados. El presente estudio evaluó los efectos de una suplementación a corto plazo con L-prolina durante las etapas de implantación de los embriones sobre el tamaño de la camada y el peso al nacimiento de los lechones en cerdas de diferente paridad y bajo condiciones comerciales. Se utilizaron un total de 115 cerdas cruzadas Landrace × Yorkshire que fueron inseminadas. Las cerdas se distribuyeron de acuerdo con la edad, el número de partos anteriores y el peso corporal a un grupo suplementado (14 g/día de L-prolina) o a un grupo control sin suplemento de L-prolina.

No hubo evidencia de diferencias significativas en las cerdas multíparas con tres o más partos. Sin embargo, la suplementción con L-prolina aumentó el rendimiento reproductivo de las cerdas de primer parto altamente prolíficas y de todas las cerdas de segundo parto. Las cerdas suplementadas tuvieron lechones con un mayor peso al nacimiento, y solo numéricamente, tuvieron un mayor número de lechones nacidos vivos (alrededor de dos, no significativo). Un mayor peso al nacer se asoció con diferencias en la distribución del peso de los lechones dentro de la camada. Las cerdas suplementadas tenían 3,5 lechones más por encima de los 1,3 kg de peso (10,7 vs 7,3) y tendían a tener más lechones ≥1,3 kg (69,1 vs 54,4%) con menos lechones por debajo de 1 kg BW (6,9 vs 14,9%).

Estos resultados sugieren que los efectos de suplementar L-prolina en el tamaño de la camada y el peso al nacer fueron modulados por las características maternas. Más concretamente por la paridad y la prolificidad. Debido a que se observaron efectos positivos en las cerdas de segundo parto y en las primíparas altamente prolíficas, podría ser que la suplementación sea rentable solo para las cerdas con un balance energético comprometido.