Efecto de la restricción de agua sobre crecimiento, bienestar y calidad de la carne y jamón

Las necesidades de agua pueden variar considerablemente dependiendo del estado fisiológico del animal, el ambiente y la dieta. Además, valorar las necesidades desde un enfoque basado en el consumo puede no ser exacto debido a los desperdicios inevitables. En teoría, los cerdos alimentados con alimentación líquida no deberían requerir una fuente adicional de agua dado que sus necesidades estarían satisfechas a través de la alimentación, y esto se presupone para la tradicional relación de 3: 1 (agua para pienso). Sin embargo, hay muchas circunstancias imprevisibles en las que aumentan las necesidades de agua y es en estas situaciones cuando los cerdos pueden beneficiarse de un aporte adicional. Por otro lado, conseguir una reducción del exceso de agua y por lo tanto del volumen total de purines producidos es esencial para reducir el impacto medioambiental. El objetivo de este estudio fue verificar si la falta de agua adicional podría comprometer las características o el comportamiento de cerdos “pesados” (para jamón de Parma) alimentados con alimentación líquida. Sesenta animales (peso inicial de 78 kg) fueron divididos en dos grupos experimentales siendo los dos alimentados con una dieta líquida (relación de agua a pienso 3: 1). Los corrales estaban equipados con bebederos de tetina; uno de los grupos tenía acceso permanente al agua (WD), mientras que el otro grupo no tenía suministro de agua a parte de la alimentación líquida (DD). Los cerdos fueron alojados en condiciones de temperatura y humedad controladas, engordados a un peso de 160 kg y posteriormente sacrificados. Los jamones fueron curados de acuerdo con las directivas para la producción de jamón de Parma curado.

No se observaron diferencias significativas (P> 0,05) entre los grupos experimentales para parámetros productivos, parámetros de comportamiento, parámetros sanguíneos o características y calidad de canal (desollado, rendimiento magro y espesor de la grasa dorsal), carne (pH, color, capacidad de retención de agua, composición de ácidos grasos de la grasa subcutánea y ternura) y jamones curados (pérdidas de peso, propiedades sensoriales, composición química y estado oxidativo). Con respecto a la conducta de beber, en general se observó un bajo número de visitas al bebedero para ambos grupos y los datos parecen indicar que se desperdició una mayor cantidad de agua en el grupo con acceso adicional al agua. La alimentación líquida no permite suprimir el uso de bebederos o su manipulación en ninguno de los dos grupos.