Abstracts - Nutrición

Se comprueba que el nivel de proteína y el potencial de crecimiento magro modifica la excreción de orina y nitrógeno. También se ve que la dieta y el potencial genético pueden modificar la excreción de algunos minerales.

No se observaron alteraciones digestivas en ningún tratamiento y el supuesto efecto prebiótico no se reflejó en los rendimientos productivos.

La iluminación nocturna con luz roja no afectó a la producción; aumentó ligeramente el consumo pero elevó también el comportamiento agresivo de los lechones.

El peso vivo al destete, y en menor medida la ganancia media diaria durante la primera semana, son un buen predictor del peso vivo a los veinte días post destete.

En este experimento no se ha podido demostrar el efecto protector específico del plasma porcino o la harina de huevo frente a E. Coli enterotoxigénica en lechones destetados ultraprecozmente.

Los mayores aumentos de peso de la camada se obtuvieron con un 12,6% de proteína bruta y fueron independientes del consumo de grasa.

El método de la lisina reactiva, conjuntamente con aminoácidos digestibles en ileon, todavía tiene cierta utilidad para conocer la calidad de la proteína.

En contra de lo esperado la homogenización de lotes en peso vivo al inicio del crecimiento no repercutió en una mayor homogeneidad de pesos al sacrificio.

La adición de enzimas contribuyó a homogenizar los rendimientos productivos de lechones que consumieron dietas con distintas clases de trigo.

En un sistema destete-cebo es especialmente importante controlar el espacio de comedero disponible.

En este experimento el nivel de lisina en crecimiento no afectó el peso al sacrificio ni las características de la canal de los cerdos que se alimentaron ad libitum durante el acabado.

Los resultados sugieren que los anticuerpos específicos que contiene el plasma porcino son responsables de una parte almenos de las mejoras producidas.

El trigo recién cosechado no perjudicó los rendimientos pero se observaron diferencias muy acusadas entre distintos trigos.

La suplementación con un 1,2% de diformato potásico mejoró el crecimiento y aumentó la proporción de magro en la canal.

La administración del pienso “líquido” aumentó la ingestión y el crecimiento y redujo la incidencia de diarreas tras el destete.

La administración de magnesio en el pienso dos días antes del sacrificio redujo la proporción de canales PSE.

La enorme variabilidad encontrada en el consumo individual de agua obliga a tomar precauciones al aplicar tratamientos vía agua de bebida en cerdas.

Mantener el pienso en remojo durante 15 horas mejoró su aprovechamiento de forma equivalente a la suplementación con xilanasas.

Indirectamente los resultados sugieren que el espesor de grasa dorsal no es un buen índice de la cantidad de grasa total de la canal.

La suplementación con insulina y glucosa aumentó la producción de leche y el aumento del nivel de proteína mejoró la excreción total de proteína en la leche.

Los resultados indican que la digestibilidad fecal del nitrógeno carece de sentido fisiológico y que a nivel ileal está influenciada tanto por el tipo de proteína como por la composición de la ración.

La presencia de betaína redujo las necesidades de mantenimiento y aumentó la retención de energía; además el efecto fue más evidente con niveles de alimentación restringidos.

Se sugiere que administrar IgG oralmente durante los primeros días de vida puede suponer ventajas productivas a largo plazo.

Con la genética utilizada se sugiere que a los 120 kg todavía no se había observado una disminución significativa del potencial de crecimiento magro.