Abstracts - Nutrición

El aumento de la grasa intramuscular en cerdos alimentados con raciones bajas en proteína está relacionado con una activación específica de la expresión génica en los tejidos.

Aumentar los niveles de lisina y energía de la ración mejora el crecimiento y la digestibilidad aparente total de los nutrientes.

La modelización matemática sirve como herramienta para estudiar la digestibilidad del fósforo de diferentes ingredientes y estrategias alimenticias.

La administración de ácido linoléico conjugado (CLA) a las cerdas permite reducir la pérdida de espesor del tocino dorsal durante la lactancia y aumentar el peso de los lechones al destete.

La suplementación con glutamina reduce la severidad de las infecciones gastrointestinales relacionadas con el destete.

Suplementar la ración de cerdas lactantes con ácido fólico aumenta la producción de leche, mejora la calidad de ésta y los rendimientos de los lechones.

Junto a los costes y el valor nutritivo, la preferencia de los diferentes ingredientes debería de tenerse en cuenta a la hora de formular las dietas para porcino.

Niveles más altos de lisina que los recomendados por el NRC mejoran los rendimientos reproductivos de las cerdas multíparas en gestación.

Altos niveles de ácido acético en la alimentación líquida fermentada puede afectar a la palatabilidad de los lechones.

Suministrar ácidos grasos omega 3 como estrategia para aumentar el tamaño de la camada de las cerdas.

Aumentar la frecuencia de alimentación de 2 a 6 tomas diarias aumenta la GMD y la eficiencia de alimentación de los cerdos de acabado alojados en grupo y alimentados en suelo.

La inulina de achicoria y el almidón de patata cruda como ingredientes para reducir el olor sexual de la carne de cerdos machos enteros.

No se encontraron diferencias entre los productos procesados procedentes de cerdos machos física o inmunológicamente castrados.

El papel del óxido de zinc en la mejora de la salud de los lechones se da por un mecanismo distinto del propuesto hasta el momento.

Disminuir el contenido en proteína bruta y en P, con la adición de fitasa, del pienso es la clave para optimizar la eficiencia de la producción porcina, minimizando su impacto medioambiental.

Los valores más elevados de digestibilidad aparente total para el P se obtienen cuando el cociente Ca:P se encuentra próximo a 1,1:1.

La concentración de ácido linoleico conjugado (ALC) en los tejidos del cerdo aumenta linealmente a medida que aumenta la suplementación de la ración con ALC.

La administración temporal de probióticos a las cerdas gestantes tiene claros efectos en el establecimiento de la microbiota intestinal en lechones destetados.

La administración de una ración baja en proteína bruta pero suplementada con aminoácidos sintéticos puede reducir la excreción fecal de N, sin perjudicar el crecimiento de los animales.

Se puede añadir glicerol a los piensos para lechones hasta niveles del 10%, e incluso mejorar los rendimientos productivos de los animales.

En cerdos de acabado la densidad mineral ósea aumenta a mayor velocidad que en cerdos al destete.

La fermentación de los cereales altera la composición de la dieta e influencia el flujo, la composición y la digestibilidad ileal.

Los carbohidratos fermentables son una manera de reducir la fermentación proteica y promover la microbiota beneficiosa en lechones alimentados con dietas a base de arroz.

El sorgo puede sustituir al maíz, y así evitar una mayor blandura de los depósitos grasos cuando se aumenta el nivel energético de las raciones añadiendo manteca.