Bioseguridad y control de plagas en granjas porcinas
La bioseguridad no es solo una medida preventiva, es la columna vertebral de una producción porcina eficiente y rentable. Un plan de bioseguridad sólido es la mejor estrategia para prevenir la entrada y propagación de enfermedades en la granja, reduciendo el uso de antibióticos y mejorando el bienestar animal. Cada fallo en la bioseguridad representa una puerta abierta a amenazas que pueden comprometer toda la producción.
Las enfermedades pueden transmitirse a través del aire, el agua, el alimento, los vehículos, las personas y las plagas. Por ello, un protocolo riguroso de bioseguridad es indispensable para proteger la salud del hato y la rentabilidad del negocio.
Principales medidas de bioseguridad
Para minimizar los riesgos, es fundamental implementar las siguientes estrategias:
· Control de accesos: limitar la entrada de personas y vehículos, exigiendo duchas y cambio de ropa antes de ingresar.
· Control de los camiones de faena: pueden ser vectores de enfermedades al moverse entre granjas y frigoríficos. Por lo cual es de suma importancia que los mismos estén limpios y desinfectados antes de cada carga.
· Cuarentena de animales nuevos: aislar los nuevos ingresos al menos 30 días y realizar pruebas sanitarias antes de incorporarlos al grupo.
· Desinfección de instalaciones y equipos: implementar protocolos estrictos de limpieza y uso de desinfectantes adecuados.
· Manejo adecuado de cadáveres: eliminar los restos de animales muertos mediante compostaje, incineración o sistemas aprobados, evitando atraer plagas y reducir la propagación de patógenos.
· Control de plagas: implementar medidas contra moscas, roedores y otros vectores que pueden trasmitir enfermedades y afectar el bienestar de los animales.
Moscas: un vector silencioso de enfermedades
Las moscas pueden transmitir bacterias como Salmonella, E. coli y Lawsonia intracellularis, entre otras. Su proliferación se da en presencia de materia orgánica en descomposición, por lo que su control debe ser integral.
Estrategias para controlar las moscas:
· Manejo de estiércol y residuos: retirar frecuentemente el estiércol y mantener las áreas limpias y secas.
· Uso de insecticidas y larvicidas: aplicar productos específicos en las zonas críticas, respetando los períodos de seguridad.
· Trampas y atrayentes: colocar trampas adhesivas y cebos para reducir la población de moscas adultas.
· Ventilación adecuada: reducir la humedad y mejorar la circulación de aire para evitar condiciones favorables para la reproducción de las moscas.
Roedores: un peligro oculto
Los roedores son responsables de daños en instalaciones, contaminación de alimentos y propagación de enfermedades como leptospirosis, salmonelosis y Aujeszky. Su control debe ser riguroso y constante.
Estrategias para controlar los roedores:
· Eliminación de fuentes de alimento y refugio: almacenar correctamente los alimentos y evitar acumulación de residuos.
· Uso de cebos rodenticidas: colocar trampas y cebos en lugares estratégicos, siempre asegurando que los cerdos no tengan acceso a ellos.
· Sellado de accesos: tapar grietas y agujeros en paredes y pisos para evitar su entrada.
· Monitoreo constante: revisar frecuentemente la presencia de excrementos, madrigueras y signos de actividad de roedores.
La bioseguridad y el control de plagas son aspectos clave en la producción porcina moderna. Un enfoque integral que combine buenas prácticas de manejo, monitoreo constante y medidas preventivas permitirá minimizar los riesgos sanitarios y mejorar la eficiencia productiva. Invertir en bioseguridad no solo protege la salud de los animales, sino que también garantiza la sostenibilidad y rentabilidad de la granja.
Contacto:
Contacta con nosotros a través del siguiente formulario.
Un resumen semanal de las novedades de 3tres3 Argentina
Accede y apúntate a la lista