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PRRS a nivel mundial y su impacto en Latinoamérica

Para controlar y prevenir el ingreso de esta patología la principal medida es la bioseguridad, la cual debe ir idealmente apoyada por la vacunación.

El síndrome reproductivo y respiratorio porcino (PRRS) es una infección viral de alto impacto económico en la producción porcina, como su nombre lo indica, y afecta los sistemas reproductivo y respiratorio. Además es altamente transmisible y debido a sus síntomas debe tenerse especial cuidado con los diagnósticos diferenciales.

Miquel Collell, Director Técnico Global de MSD Salud Animal, explicó durante una entrevista que las pérdidas que causan esta enfermedad sólo en Estados Unidos, son alrededor de “1.8 millones de dólares al día, es decir unos 664 millones de dólares al año”. El PRSS no es fácil de controlar: por una parte, se transmite muy fácilmente; y por otra, el hecho de que no hay una vacuna cien por ciento eficaz.

Cada país debe declarar su estatus sanitario mediante la detección de casos, esto se hace a través de los servicios nacionales de sanidad en cada uno. Hay muchos países que conviven con esta enfermedad, es el caso de Chile que tuvo brotes y los ha podido controlar pero no erradicar. Uruguay también ha detectado el agente. Por otro lado, Brasil, se auto-declara “libre” como se hizo en Argentina, esto mediante una vigilancia para sostener esta auto declaración. En el caso de Bolivia no hay casos confirmados.

No solo reviste gravedad el hecho de su fácil transmisibilidad, sino la falta de tratamiento. Por eso más allá de mitigar la afección existen tratamientos que permiten brindarle bienestar animal a aquellos que la están cursando. De hecho, hoy día, se están aplicando en muchas granjas estas acciones terapéuticas, como antipiréticos, para minimizar un poco sus efectos.

Sin embargo, Miquel afirma que debido a que es una enfermedad de afectación mundial, se conoce de países libres, entonces, la pregunta es hasta cuándo mantendrán este estatus en un mundo globalizado. Por eso es vital insistir en la importancia de la bioseguridad. Teniendo en cuenta estas herramientas, se permite controlar la enfermedad dentro de las granjas minimizando así las pérdidas económicas.