El éxito de la reproducción de las cerdas empieza por una adecuada preparación para el próximo ciclo.

Y estas son algunas de nuestras recomendaciones:


Para la inseminación, alcanzar un peso corporal mínimo de 145 kg a los 240 días de vida, con al menos 15 mm de grasa dorsal.

La semana anterior a la inseminación para las primerizas, y los 4-5 días entre el destete y la inseminación para las madres, es una etapa muy importante. Es fundamental el contacto intensivo con los verracos dos veces al día y una exposición a una fuente de luz intensa durante 16 horas diarias.

El acceso al pienso ha de ser libre y con elevado contenido energético.

Hasta el parto, alimentar lo suficiente para garantizar un espesor de grasa dorsal óptimo. Tras el parto y la disminución de grasa dorsal, ajustar el pienso para que vuelvan a alcanzar los niveles adecuados y enfrentarse a una nueva gestación.

Pesar a la cerda o medir la grasa dorsalresultará siempre un mejor indicador de la condición corporal

La temperatura ambiente debe ser entre unos 18ºC y 20ºC, para maximizar el confort de las madres.

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