Megaesófago - Atlas de patología

Ubicación: aparato digestivo

Posibles causas: Úlceras gástricasOtras

El megaesófago se caracteriza básicamente por la dilatación y aumento de tamaño del órgano, ausencia de peristaltismo, presencia de contracciones terciarias e incapacidad parcial o total del esfínter gastroesofágico para relajarse. Estos cambios puden producir una disfagia que, en consecuencia, puede comprometer el estado nutricional. Además de la regurgitación y la pérdida de peso, es posible observar tos, descarga nasal mucosa y purulenta, así como disnea con neumonía debido a la aspiración concomitante. Entre los signos clínicos presentados por el animal, es posible encontrar regurgitación con frecuencia variable y pérdida de peso. El diagnóstico realizado en estos animales se basó en la observación de signos clínicos y la necropsia. En el examen post-mortem de todos los animales se evidenció una ulceración de la pars esofágica del estómago. Cuando cicatriza la úlcera se forman cicatrices o, en el peor de los casos, estenosis, como en el caso de la foto. La estenosis de la abertura esofágica se nota como un anillo rígido, y la luz puede ser tan pequeña que los cerdos a menudo vomitan después de comer, como en este caso. Hay distintos factores que pueden contribuir a la ulceración del estómago, que pueden ser infecciosos, nutricionales, de comportamiento y/o de manejo.

Los tratamientos en casos como este suelen ser para proporcionar soporte o procedimientos quirúrgicos. Los primeros se caracterizan por un cambio de manejo, además del uso de antibióticos, procinéticos y antiácidos. Por otra parte, los métodos quirúrgicos se basan en diversas técnicas, como la cardioplastia esófago-diafragmática, miotomía de Heller, asociado a una fundoplicatura (todo esto no es utilizable en condiciones de campo). Algunos animales con megaesófago congénito idiopático son capaces de recuperarse por sí mismos mientras que los adquiridos son irreversibles. Respecto al megaesófago secundario, el animal tiene posibilidades de recuperarse una vez se ha eliminada la causa.