Manejo de los lechones antes del destete Manejo predestete. J. Pluske, Australia
Para reducir el uso de antimicrobianos y ZnO en el periodo de transición posterior al destete, ponemos el foco en el uso de aditivos alimentarios, diferentes estrategias nutricionales y preparación de las lechoneras. No obstante, existen muchas oportunidades durante el periodo de lactación, separadas o en combinación con la fase posterior al destete, para reducir el índice de diarreas, mejorar los parámetros productivos y tener menor dependencia del uso de antibióticos. En dicho periodo, el manejo de las cerdas, las camadas y/o los lechones individualmente, es un área menor estudiada. La ingesta de calostro es vital para la salud del lechón que puede aportarnos beneficios después del destete (Miguel, J 2021), siendo difícil establecer estrategias para un mayor consumo. El efecto de la toma de calostro puede llegar hasta 22 semanas de vida en un estudio realizado en 10 granjas comerciales belgas (Declerck, 2016). La distribución censal por ciclos de las cerdas puede influir en el grado de medicación y mortalidad de los lechones destetados, sabiendo que los lechones de las cerdas primerizas tienen mayor riesgo de diarrea y mortalidad (Miller,2012). Los lechones de cerdas viejas tienen menor riesgo de diarreas (Eriksen, 2021). Las diferencias entre lechones de peso normal y bajo (<1,1 kg) también son muy significativas (Lyneegard, 2021). La modulación de microbioma de los lechones lactantes a través de la alimentación de las cerdas gestantes y lactantes incluyendo probióticos o prebióticos demuestran su relación (Donovan, 2021 – Lee, 2022). Incluso a través de los primeros alimentos de arranque, tiene un potencial favorable para el establecimiento de un ambiente intestinal al destete que reduzca el uso de antimicrobianos (inclusión de fuentes de fibra moduladora de la microbiota antes del destete – pulpa de remolacha, salvado, inulina, galactooligosacáridos). El consumo de alimento después del destete (eaters vs. no eaters) está relacionado en general con el consumo antes del destete y asociado con otros factores como la edad al destete (mayor a más edad) y el manejo de los lechones por las personas durante este periodo de transición, de forma que un mayor consumo en los primeros días implica menor riesgo de diarrea. Es tan importante la edad media al destete como la variación en la edad al destete de todos los lechones, lo cual condiciona su madurez digestiva, y por lo tanto el riesgo digestivo (mayor cuanta mayor sea la dispersión de edades de los lechones). En general, es importante poner atención a las respuestas a las diferentes estrategias utilizadas antes del destete que no son consistentes en los diferentes estudios, acentuando la necesidad de realizar intervenciones específicas en cada granja, así como las prácticas de trabajo más seguras y consistentes que nos permitan reducir el uso de antimicrobianos posterior al destete. La decisión de tener camadas individuales o juntarlas durante la lactación tiene variaciones en el grado de calidad de las heces tras al destete, con oscilaciones entre 6-10 días posteriores y pocas diferencias a partir de las dos semanas posteriores al destete.
El efecto de la edad postdestete y la estrategia de alimentación sobre el rendimiento del crecimiento y la maduración intestinal en cerdos. C. Amdi, Dinamarca
Un elevado consumo de alimento durante la lactación está ligado a los resultados productivos posteriores al destete. Por ello es común poner alimento de iniciación para estimular su consumo y mejorar la maduración del digestivo. Son muchos los estudios que mencionan que el consumo de alimento de arranque antes del destete tiene un impacto positivo en el consumo voluntario justo después del destete. El consumo de alimento sólido aumenta con la edad. En condiciones silvestres, la edad al destete es de 12-15 semanas. El digestivo está inmaduro en el momento del destete. En su estudio realizado en una granja con 1200 cerdas y 800 lechones destetados semanales (12 923 lechones) realizan un estudio destetando a 24 y 31 días de vida, dando alimento de arranque a partir del día 9 en un caso y del 9-14 en el otro, suplementando con leche líquida y llevando la prueba hasta las 9 semanas posteriores. Sacrificaron 60 lechones en ambos grupos en base a la edad al destete. El peso de los lechones al destete que se les suplementó leche fue mayor, también fue superior a las 9 semanas a causa de una mayor ganancia media diaria (486 vs 434 g) en el periodo posterior al destete. El peso del estómago, del intestino delgado y del colon fue superior en los lechones que tomaron alimento líquido durante la lactación, como en los lechones con mayor edad al destete. La actividad de la lactasa y sucrasa no fueron diferentes, pero sí la de la maltasa y la expresión del gen SGLT1, mayores en los lechones que solo tomaron dieta sólida. Todo esto confirma que el desarrollo del tracto digestivo y su maduración es altamente dependiente de la edad.
Componentes de la dieta y nutrientes Componentes y nutrientes de la dieta. P. Tybirk, Alemania
El aparato digestivo, para mantener su homeostasis fisiológica y funciones de digestión y absorción debe estar sano. Tanto la microbiota como todo el digestivo, incluyen un gran componente inmunitario, que en 1960 Lohmann, K definió como eubiosis (en balance) frente a disbiosis, que es similar a lo que hoy Paolo Trevisi relaciona positivamente como eubiosis y salud digestiva. La dieta es el mayor factor que influye en la microbiota, la función inmunitaria y la salud. Los métodos para definir el contenido en fibra de los alimentos vienen desde 1985 (Prosky, L), siendo un concepto confuso. La fibra dietética se incluye en las paredes de células de plantas con polisacáridos y lignina, que son resistentes a las enzimas digestivas. Son numerosos los trabajos publicados sobre la fibra dietética y la salud intestinal. La fibra dietética en cerdos aumenta el crecimiento y la actividad de bacterias celulolíticas, peptinolíticas y hemicelulíticas (Ruminococcus, Bacteroides y Clostridium), además de evidenciar la promoción de bacterias beneficiosas. La regulación de la microbiota está también fisiológicamente relacionada con los ácidos grasos de cadena corta (butirato, acetato y propionato) a partir de la fermentación de los carbohidratos y su reconocimiento y transporte por la lámina propria. Dichos ácidos grasos, sustrato de las células intestinales, tienen relación con diferentes factores del sistema inmune. Las funciones fisiológicas de la fibra guardan relación con la capacidad de retención de agua, la regulación del peristaltismo y el microbioma, dependiendo de si son de fermentación lenta (salvado, celulosa) o rápida (pulpa de remolacha, materias ricas en pectina). Las bacterias que favorecen la disbiosis son Enterobacteriaceae, Clostridia y Proteobacteria, mientras que las beneficiosas son Bifidobacteria y Lactobacillae. La fibra modula la actividad microbiana en las cerdas y afecta a la programación microbiana temprana de sus lechones (Grzeskowiak, 2022). Los mecanismos de acción de las fibras están relacionados con su efecto de barrera de mucosa, producción de mucina, IgA y regulación de genes, además de su acción sobre la inmunidad innata y adquirida.
La fibra está relacionada con el menor consumo de energía y la reducción de la digestibilidad de otros nutrientes, como factor antinutricionales, al actuar como diluyente de los nutrientes y afectar al tiempo de paso - peristaltismo (las insolubles aumentan la velocidad de paso). Los carbohidratos, además, son una fuente de energía. La diarrea está relacionada con una reducción de los genes envueltos en el metabolismo de los carbohidratos y, no menos importante, con las fuentes de grasas y su composición en ácidos grasos. En cuanto a la tecnología de fabricación, las temperaturas de procesado de los alimentos son importantes para eliminar los factores antinutricionales que afectan negativamente en la salud digestiva.
Componentes y nutrientes de la dieta – Fibra y otros ingredientes para alimentos. J. Zentek, Alemania
Las recomendaciones de aminoácidos en dietas de lechones con baja proteína están basadas en tres experimentos que incorporan de 3 a 5 aminoácidos sintéticos. Los niveles de estos aminoácidos han variado desde 2015-19 a 2021-22 en las tablas danesas, manteniendo la lisina, treonina, metionina + cistina y triptófano, bajando la isoleucina, leucina, histidina, valina, fenilalanina y tirosina. Cuando la proteína baja un 5-7%, la lisina se incrementa en un 5%. Al bajar la proteína suben los aminoácidos sintéticos. Subiendo la treonina con lisina constante, mejora la ganancia media diaria y la eficiencia alimenticia. Diseñan un experimento, con 1.270 lechones, variando la relación lisina/treonina, actuando como limitante de los resultados la deficiencia de treonina a medida que vamos subiendo la lisina (límite inferior 58%). Trabajan con tres aproximaciones a la proteína ideal: tradicional 63%, inverso 53% y máxima respuesta a treonina vs máxima respuesta a lisina. La relación lisina/leucina tiene su punto de corte los 11,9 g de leucina digestible ileal estandarizada (entre 114 / 88%), en este caso la histidina puede actuar como limitante.
En el experimento 2, con 1300 lechones, se usaron dos niveles de proteína y cuatro aminoácidos sintéticos. La relación lisina/leucina fue determinante. La mayor ganancia media diaria está en lisina/leucina 112-115%.
En el experimento 3 trabajan con cuatro niveles de proteína y 5 niveles de adición de cinco aminoácidos. Altos niveles de adición de aminoácidos (>25%) a la dieta reducen el consumo de alimento y el índice de conversión, junto al grado de diarrea, está en función de la proteína digestible. A niveles de proteína digestible por debajo del 15%, la conversión alimentaria es inferior, independientemente de los niveles de aminoácidos, con un rango de 2 puntos de proteína si consideramos lechones de 6-15 o de 15-30 kg de peso vivo. La relación lisina/treonina del 135% mejora la ganancia media diaria y la conversión en dietas con cualquier nivel de proteína. El uso de dietas bajas en proteína en fase de arranque y prestarter no permiten obtener los mejores crecimientos.
SEGES 2020-21 | 6-15 kg | 15-30 kg |
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Lisina | 62 | 62 |
Treonina | 32 | 32 |
Metionina + Cistina | 54 | 54 |
Triptófano | 21 | 21 |
Isoleucina | 46 | 48 |
Leucina | 86 | 90 |
Histidina | 28 | 29 |
Valina | 62 | 64 |
Proteína bruta extremadamente baja para la prevención de la diarrea posdestete. JP. Charlote, Dinamarca
Los niveles bajos de proteína reducen la diarrea y limitan el crecimiento. En Dinamarca, los cerdos libres de antibióticos se identifican con crotales verdes. Realizan un estudio con niveles bajos de proteína sin ZnO en lechones desde el nacimiento hasta los 20 kilos de peso vivo. A cualquier lechón que se trate, se le elimina el crotal verde durante la lactación y todo el periodo, registrando el índice de diarrea en la segunda fase posterior al destete. Tres fases de alimentación: 6-9 kg, 9-15 kg y 15-30 kilos con niveles estándares de proteína de 19,8 – 18 y 18% en las dietas estándar y de 16,7 – 15,3 y 18% respectivamente en las dietas prueba a las que añaden aminoácidos sintéticos (lisina, metionina, treonina, triptófano y valina). El número de lechones en la prueba es de 2400 en cada uno de los tres grupos (7200 total), con 52 réplicas. El porcentaje de cerdos libres de antibióticos fue mayor en la dieta con zinc, luego en la dieta prueba y menor en la dieta estándar sin zinc. El porcentaje de cerdos tratados por diarrea fue mayor en dieta sin zinc seguida de dieta estándar y, la mejor, la que incorporaba ZnO. La ganancia media diaria 343, 308 y 267 g en dieta estándar con zinc, sin zinc y dieta baja en proteína respectivamente, concluyendo que la adición de aminoácidos no consigue alcanzar los datos productivos de las dietas con niveles de proteína más elevados. En numerosos trabajos anteriores, niveles de proteína del 15,5% dieron rendimientos bajos (Kjeldsen, 2020). En los análisis de laboratorio de los alimentos probados, el contenido de los cinco aminoácidos añadidos extra está en menor cantidad de los esperado, lo que podría explicar parcialmente la menor ganancia media diaria.
Los concentrados de proteína de soya modificada pueden influir en el rendimiento, la salud, la cinética de la digesta y la digestibilidad de los nutrientes de los lechones destetados. A. Huting, Países Bajos
El uso de concentrados de proteína de soya modificada, tratada a altas temperaturas (50-80ºC) y con baja capacidad tampón (menor pH), reduce la formación de complejos CP, aumenta la solubilidad de la proteína, reduce el contenido en fibra ácido-detergente y la proporción de oligosacáridos. Realizan un estudio en lechones destetados a 26 días con 7,64 kilos en dos dietas sin ZnO, una con harina de soja y mezcla de ácidos orgánicos (ácido cítrico 1%) y la otra con un 13,3% de un concentrado de proteína de soja modificada, en dietas con dos niveles de proteína (20 y 16,5) y de aminoácidos (12 y 10 g/kg lisinas digestible). El balance electrolítico de las dietas está sobre 180 en la dieta estándar y 155 en la dieta con el concentrado de soja modificada. El peso de los lechones al día 14 y 35 era de medio kilo más en la dieta prueba, con una mejora en el consumo medio diario de 18 g/día en los primeros 14 días, con una mejora significativa en el índice de conversión. En la dieta con el concentrado, la digestibilidad de la proteína y la retención de nitrógeno es superior, con una mayor viscosidad en yeyuno e íleon.
Efectos sobre el crecimiento, la consistencia fecal y el contenido bacteriológico de la reducción de la proteína bruta en dietas posdestete sin ZnO. C. Mulvenna, Reino Unido
Las restricciones de ZnO a nivel terapéutico comienzan este 26 de junio en la UE, aunque puede utilizarse el stock que quede en base a la vida media del mismo en UK, que son dos años. Su reemplazamiento por un solo producto no es factible, y tampoco está claro su mecanismo de acción preciso, por lo que las prácticas de manejo y nutricionales van juntas a la hora de dar soluciones. En su trabajo ensayan con 720 lechones (6 bandas de 102) destetados a 28 días de vida y en programa de tres fases (0-13, 13 a 29 y 30 a 40 días después del destete. Todas las dietas eran iso-energéticas, con la misma relación energía/lisina y los mismos niveles de calcio y fósforo (16,25 KJ/Kg, 0,7 y 0,6% respectivamente), con niveles de proteína bruta del 20,16 y 18%, con niveles de fibra bruta de 2,2 y 3,5. Tanto la ganancia media diaria, como el índice de conversión, fueron perores en las dietas con menores niveles de proteína y más de fibra, variando el índice de diarreas entre grupos y a diferentes edades. Los niveles de Clostridios sulfitos reductores, Clostridium preefringens, Campylobacter coli y E. coli no fueron diferentes en los tratamientos en ningún periodo. Concluyen que suprimir el ZnO aumenta la incidencia de diarrea al comienzo de los días posteriores al destete y la reducción del nivel de proteína y aumento de fibra reducen los índices productivos. El uso de antibióticos solo redujo el contaje de Campylobacter coli.
Antonio Palomo Yagüe