Objetivo
El uso de plástico y grava para evitar el crecimiento de malezas en el perímetro de la granja. Método sencillo de jardinería que también disminuirá la probabilidad de entrada de roedores a las instalaciones y mejorará el control de la bioseguridad externa de la granja.
Descripción del truco
Uno de los puntos básicos de la bioseguridad externa de la granja consiste en controlar la entrada de enfermedades vía roedores y otros vectores como pájaros e insectos. Las enfermedades que los roedores pueden incubar o diseminar incluyen salmonelosis, bordetelosis, leptospirosis, Aujeszky, disentería porcina, erisipelas y toxoplasmosis. Estos animales diseminan las enfermedades, pudiendo propagarlas a largas distancias, vía excrementos, piel, orina, saliva o sangre. Un plan efectivo de control de roedores es básico y disponer de barreras externas que eviten la llegada y entrada de estos animales a la granja favorecerá su éxito.
Figura 1. Perímetro de naves de porcino limpio y libre de vegetación
Los roedores evitan atravesar zonas despejadas y desplazarse sobre materiales irregulares como piedras. Es por ello que mantener el perímetro de la granja limpio de materiales y vegetación será clave para evitar que estos vectores entren en las instalaciones.
El uso de barreras de plástico en agricultura evita el crecimiento de vegetación. Esta práctica, junto con la ayuda de pequeñas piedras o grava favorecerá el drenaje de la zona y ayudará a mantener los alrededores de la granja siempre en buenas condiciones.
Figura 2: Ejemplo de barrera plástica que evita el crecimiento de vegetación |
Figura 3: Perímetro de naves de porcino con vegetación. Ejemplo de granja que requiere la aplicación de herbicidas periódicos. |