El virus del síndrome reproductivo y respiratorio porcino (PRRSV) es uno de los patógenos económicamente más relevantes en producción porcina.
Una posible via de transmisión es la inseminación artificial de las cerdas con semen que contenga virus. La excreción en semen depende de varios factores y es difícil de predecir. La cepa vírica y su virulencia tienen un papel importante, pero también hay factores individuales que tienen influencia sobre la presencia y la cantidad de virus en el semen. El PRRSV puede aparecer en semen a partir del segundo día postinfección, pero la frecuencia y la duración de la excreción es muy variable. En algunos machos, el PRRSV no se llega a encontrar nunca en el semen, o sólo durante unos pocos días tras la infección, mientras que en otros puede detectarse durante periodos más largos. En un estudio, un macho excretó PRRSV en semen hasta el día 92 postinfección (ver tabla 1). Además, la excreción puede ser continua o intermitente. Incluso cuando el PRRSV está presente en el semen, no todas las cerdas inseminadas se infectan. Esto también depende de varios factores como la cantidad de virus en el semen pero también de la dosis infectiva mínima, que puede variar entre cerdas o entre cepas víricas, etc.
Tabla 1. Selección de estudios que han evaluado la duración y la frecuencia de la excreción de PRRSV en semen
tras una inoculación experimental en verracos (DPI = días post inoculación)
Estudio | Nº de verracos en el estudio | Intervalo analizado | Resultados |
Swenson et al. 1994 | 4 | Semen recogido entre los días 3/5 a 56 DPI (intervalos entre muestras no especificados) | Todos los verracos excretaron virus; casi todas las muestras entre 3 / 5 DPI y 13 / 24 / 27 / 43 DPI fueron positivas |
Christopher-Hennings et al. 1995a | 4 | Semen recogido dos veces a la semana durante 8 semanas tras inoculación experimental | Todos los verracos fueron casi continuamente positivos: 2 verracos entre 3 y 35 / 47 DPI, 2 entre 5 y 13/25 DPI |
Christopher-Hennings et al. 1995b | 4 | Semen recogido 2-3 veces a la semana durante más de 100 DPI | 2 verracos intermitentemente positivos entre 3 / 7 y 25 DPI; 2 casi continuamente entre 3 - 56 DPI y 5 - 92 DPI |
Shin et al. 1997 | 3 | Semen recogido hasta los 85 DPI (intervalos entre muestras no especificados) | 2 verracos positivos hasta 50 / 57 DPI; 1 verraco durante 2 días |
Christopher-Hennings et al. 1998 | 6 | Semen recogido 3 veces a la semana hasta 21 DPI (5 de los 6 verracos estaban vasectomizados) | 5 verracos (incl. 1 no-vasectomizado) continuamente positivo hasta 21 DPI; 1 hasta 12 DPI |
Christopher-Hennings et al. 2001 | 7 | Semen recogido dos veces por semana hasta los 39-84 DPI (2 Landrace, 2 Yorkshire, 3 Hampshire) |
LR: continuamente positivo entre 4 y 70 DPI y 7 a 32 DPI York.: uno o dos positivos alrededor del 4 / 10 DPI Hamp.: 1 verraco positivo dos veces alrededor del 10 DPI; 2 verracos casi continuamente entre 7 DPI y 28 / 46 DPI |
Wasilk et al. 2004 | 6 | Semen recogido 3 veces a la semana durante 4 semanas, dos veces a la semana durante 2 semanas y finalmente una vez por semana durante 6 semanas | 1 verraco nunca fue positivo; 4 verracos uno o dos positivos alrededor del 10 DPI; 1 verraco varias veces positivo hasta el 32 DPI |
Conociendo estas implicaciones potenciales, las empresas de genética han establecido centros de inseminación negativos y los monitorizan regularmente para asegurarse de que siguen libres de PRRSV. Pero no es tan fácil. En primer lugar no hay estándares para diseñar los protocolos de monitorización. Varían entre muestreos semanales o quincenales de los verracos y un análisis anual, aunque sólo si se realizan con un intervalo muy corto sirven para detectar la infección con suficiente antelación para prevenir la propagación a las granjas reproductoras (Rovira et al., 2007, Nathues et al., 2013). Otro problema es el método de análisis. Comúnmente se utiliza la serología, con el riesgo de no detectar la infección en la fase en la que los animales infectados todavía no han desarrollado anticuerpos (normalmente son detectables tras 7 a 14 días p.i.). Una alternativa es la detección del virus en suero mediante la PCR. Como la viremia suele durar 10 - 14 días tras la infección en animales adultos, un protocolo óptimo, aunque caro, debería incluir ambos métodos. Muestreando un número suficiente de animales deberíamos evitar el posible vacío diagnóstico (que la viremia haya finalizado pero todavía no haya anticuerpos detectables). Por último, algunos centros de inseminación artificial hacen PCR en semen, ya que tiene ciertas ventajas prácticas sobre el suero (no hace falta extraer sangre de los verracos). Sin embargo, el semen no pueden considerarse como fiable para monitorizar la ausencia de PRRSV. Por otro lado, la detección de PRRSV en semen es difícil debido a características específicas de la muestra. Además la variabilidad en la excreción implica que un test negativo en el semen no pruebe la ausencia de infección en el verraco. La idoneidad de alternativas como las muestras de fluido oral necesitan más estudios.
Por lo tanto, no sólo siguen ocurriendo infecciones de verracos en centros de inseminación, sino que se continúan propagando a las granjas de cerdas. Un ejemplo claro en que la importación de semen produjo un brote en un país libre de PRRSV ocurrió en Suiza. En noviembre de 2012, se detectó PRRSV en tres granjas de reproducción tras haber utilizado semen de un centro de inseminación alemán. Afortunadamente el brote pudo ser controlado con éxito gracias a la buena colaboración entre las autoridades veterinarias suizas y el importador/centro de inseminación. Sin embargo, causó muchos daños ya que muchas explotaciones que potencialmente habían podido tener contacto tuvieron que ser analizadas (ver tabla 2) y sufrieron varias restricciones. Una de las granjas tuvo que ser sacrificada. Pese a que el centro de inseminación llevaba a cabo una monitorización quincenal frente a PRRSV (parcialmente en semen), no se evitó que el virus se diseminara a un gran número de granjas de cerdas. Este ejemplo subraya que los protocolos de monitorización en centros de inseminación a menudo no son suficientes para detectar a tiempo una infección y que incluso comprar semen en centros certificados como libres de PRRSV no puede garantizar al 100 % la seguridad de las granjas de cerdas.
Tabla 2. Resumen de las pruebas diagnósticas llevadas a cabo en Suiza para controlar el brote de PRRSV de 2012/2013: Número de granjas de cerdas suizas analizadas mediante RT-qPCR y ELISA; análisis de confirmación: siempre al menos 21 días tras el primero.
Granjas suizas | Primeros análisis | Análisis de confirmación | Total | ||
RT-qPCR | ELISA | ELISA | |||
Granjas infectadas | granjas analizadas | 3 | 3 | 2 | 3 |
tests realizados (positivos) | 1671 (19) | 907 (1) | 105 | 2683 | |
Granjas que compraban el semen | granjas analizadas | 23 | 23 | 23 | 23 |
tests realizados | 4885 | 4388 | 877 | 10150 | |
Granjas con contactos secundarios | granjas analizadas | 18 | 62 | 3 | 62 |
tests realizados | 651 | 1850 | 71 | 2572 | |
Total | granjas analizadas | 44 | 88 | 28 | 88 |
tests realizados | 7207 | 7125 | 1053 | 15385 |
Como consecuencia, varios países libres de PRRSV han implementado regulaciones estrictas sobre la importación de semen porcino. Algunos, como Suecia no importan semen de países que no sean libres. Suecia, Finlandia y Noruega tienen un acuerdo oficial para intercambiar material genético (semen porcino). Noruega y Nueva Zelanda sólo permiten la importación de países que no sean libres bajo unas precauciones muy estrictas, incluyendo medidas de cuarentena rigurosa y varios análisis de los verracos y de las cerdas. Las normas Suizas implementadas tras el brote exigen un análisis del semen y del suero de cada verraco mediante PCR y ELISA cada vez que se recoge semen para Suiza. Los resultados deben enviarse a los servicios veterinarios cantonales y el semen sólo puede utilizarse una vez se haya confirmado que todos los análisis son negativos. Las granjas de cerdas no pueden mover animales hasta que una muestra de 15 cerdas inseminadas, tomada al menos 28 días tras la inseminación con semen importado, sea negativa.