En una granja dada nos enfrentamos con frecuencia a muchos síntomas diferentes, no siempre al mismo tiempo y no en todas las cerdas: diarrea neonatal (día 2-3), parto prolongado, descargas vaginales en fases tardías de la gestación, intervalos más largos del destete al estro y disminución de la tasa de partos. En la misma explotación, también es frecuente que la cerda lactante no coma lo bastante.
Normalmente, estamos habituados a considerar todos estos síntomas por separado, ya que se presentan en diferentes momentos, en distintas cerdas y en diferentes fases de las reproductoras. Aunque hay que reconocer que estos problemas se pueden producir clínicamente con una frecuencia relativamente baja, esto es importante. A menudo, el 80% de los problemas se produce en el 20% de las cerdas en una granja dada (la regla 20/80). Después de casi 20 años de visitas a granjas porcinas de muchos países, todavía sorprende ver lo frecuente que son estos problemas a pesar de los tratamientos agresivos y de las mejoras en la situación sanitaria de muchas piaras. Los síntomas son muy a menudo frustrantes porque se producen en granjas que, por lo demás, están bien gestionadas.
Un denominador común entre estos síntomas es una condición corporal inestable que yo denomino Síndrome del "acordeón" en cerdas. A nivel de la granja, algunas cerdas están demasiado gordas al parir (período prolongado del parto, síndrome de agalaxia posparto y su consecuencia sobre el crecimiento de los neonatos, y con frecuencia diarrea provocada por Escherichia coli). En las fases avanzadas de la gestación, las cerdas en "acordeón" también pueden tener mayores frecuencias de cojeras y más secreciones vaginales, probablemente debido a que se sientan con más frecuencia en la postura de "perro sentado". En el destete, las cerdas en "acordeón" están demasiado delgadas (pierden demasiada grasa e incluso magro, ya que son incapaces de comer lo suficiente durante la lactancia) y entonces se observa un incremento en el intervalo destete-estro.
Otro signo importante es un aumento de la frecuencia de eliminación entre las cerdas nulíparas y primíparas. Como se puede ver, los síntomas se producen en diferentes localizaciones de las granjas. A pesar de ello, ¿es posible que exista un denominador común? El factor clave es la variación de la condición corporal. En efecto, en muchas explotaciones damos importancia al estado promedio de las cerdas, pero no a la variación en la condición corporal de las cerdas jóvenes respecto a las demás. Además hay grandes variaciones en el genotipo y el fenotipo en muchas granjas que dan lugar a diversas condiciones corporales, incluso entre las cerdas que se encuentran en el mismo estado productivo.
Debido al aspecto de la cerda, el estado general "normal" en la cerda (la reserva de grasa no se puede evaluar sólo por examen visual) es difícil de valorar. Por otra parte, las cerdas nulíparas son cada vez más magras al ser seleccionadas (no es poco frecuente registrar una grasa P2 - el grosor de la grasa dorsal al nivel de la última costilla, a 65 mm de la línea media - de tan sólo 10 mm). La cuestión es: ¿cómo es posible alcanzar al menos 16-18 mm de grasa P2 en el momento de la primera cubrición en todas las cerdas nulíparas? Existen métodos pero no son el objeto de esta exposición.
Junto al nuevo problema generalizados de las cerdas de reposición más magras, existen otros factores que pueden afectar a la heterogeneidad de la puntuación de las cerdas de una granja en cuanto a su condición corporal: alimentación por lote, medida incorrecta del estado corporal (confusión entre cerda grasa y cerda grande, o cerda delgada y cerda ligera), líneas genéticas diferentes, variaciones estacionales, demasiadas personas ajustando los niveles de alimentación, imprecisiones del alimentador automático, etc.
Una de las mayores dificultades es convencer a los productores de que el Síndrome de "acordeón" de las cerdas está relacionado con algún pequeño - pero prolongado - error, y otros errores en la preparación de las cerdas de reposición. El mantenimiento de una condición corporal consistente dentro de una granja dada es uno de los mayores desafíos que tenemos que afrontar. Esto requiere una observación atenta del estado de las cerdas, una interpretación del nivel de alimentación necesario para la cerda en la lactancia y la realización de medidas objetivas del espesor de la grasa (mediante ecografía). Dado el desarrollo de la ecografía para hacer comprobaciones durante la gestación, puede ser fácil añadir una medición de la grasa P2. Nosotros acabamos de ponerlo en práctica.
Síndrome del "acordeón" en cerdas
En una granja dada nos enfrentamos con frecuencia a muchos síntomas diferentes, no siempre al mismo tiempo y no en todas las cerdas: diarrea neonatal (día 2-3), parto prolongado, descargas vaginales en fases tardías de la gestación, intervalos más largos del destete al estro y disminución de la tasa de partos. En la misma explotación, también es frecuente que la cerda lactante no coma lo bastante.
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