El sector porcino español es un sector de éxito, lo que se ha traducido en un incremento sostenido de la producción en los últimos años a razón de más de 1.000.000 de cabezas anuales. En 2019 se sacrificaron más de 53.000.000 de cabezas.
Este crecimiento está sustentado en el incremento de la exportación, donde España ha pasado a exportar más del 55% de la carne de porcino que produce. Las exportaciones han sido tradicionalmente a países de la Unión Europea, que hasta hace pocos años representaba el 75% de nuestras exportaciones. Pero esta situación está cambiando rápidamente y según los últimos datos disponibles del 2020, la exportación extracomunitaria de canales y piezas ya representa el 52,8% del total.
Destinos | 2019 | 2020 | 20%19 | %Total |
Francia | 129.590 | 115.402 | -10,9% | 9,9% |
Italia | 94.039 | 111.601 | +18,7% | 9,6% |
Portugal | 55.521 | 46.794 | -15,7% | 4,0% |
República Checa | 37.614 | 37.189 | -1,1% | 3,2% |
Hungría | 19.412 | 19.880 | +2,4% | 1,7% |
Reino Unido | 25.930 | 21.218 | -18,2% | 1,8% |
Alemania | 19.736 | 19.339 | -2,0% | 1,7% |
Bulgaria | 22.288 | 18.704 | -16,1% | 1,6% |
Dinamarca | 13.716 | 12.785 | -6,8% | 1,1% |
Rumanía | 33.679 | 32.444 | -3,7% | 2,8% |
Total UE | 564.965 | 548.932 | -2,8% | 47,2% |
China | 182.297 | 457.239 | +150,8% | 39,3% |
Japón | 81.424 | 69.501 | -14,6% | 6,0% |
Corea del Sur | 41.806 | 26.040 | -37,7% | 2,2% |
Filipinas | 24.633 | 11.462 | -53,5% | 1,0% |
Hong Kong | 5.171 | 8.225 | +59,1% | 0,7% |
EEUU | 5.439 | 747 | -86,3% | 0,1% |
Total extra-UE | 395.892 | 614.563 | +55,2% | 52,8% |
Total | 960.858 | 1.163.495 | +21,1% | 100% |
Dentro de los terceros países nuestro principal cliente es China, país del que hemos sido el principal proveedor en el 2019 y al que en lo que va de año van dirigidas el 40% de nuestras exportaciones de canales y piezas (Gráfica 1).
China tuvo en 2018, fecha de inicio de los focos de peste porcina africana (PPA), una crisis sanitaria sin precedentes que produjo un descenso importantísimo de su cabaña y de su producción porcina. Como consecuencia, ha tenido que recurrir a los mercados internacionales para abastecerse de carne de cerdo.
La PPA es una enfermedad contra la que no hay tratamiento ni vacunas efectivas y, para su control, la única política sanitaria posible es eliminar la enfermedad mediante el sacrificio y vaciado de las granjas afectadas, que se repoblarán posteriormente con animales libres de la enfermedad, una vez pasados los periodos de cuarentena. Esta es la única medida efectiva, a día de hoy, para evitar recidivas y la difusión de la enfermedad por animales asintomáticos pero portadores.
La aparición a primeros de septiembre del 2020 de un foco de PPA en Alemania está provocando fuertes tensiones en el mercado de la carne a nivel europeo y mundial y en el comercio del lechón, sobre todo del holandés y danés que en buena medida se exportaban a Alemania.
Para el Gobierno chino el abastecimiento de carne porcina es esencial, ya que es un alimento considerado de primera necesidad y un producto muy apreciado por su población. Sin embargo, según la mayoría de expertos la recuperación de los censos aún tardarán 2-3 años, a pesar de las medidas establecidas por el gobierno para controlar la PPA y recuperar los censos. Pero, dado que para China la producción porcina es estratégica, no cabe la menor duda que esta se recuperará y no necesitará tantas importaciones, por lo que el mercado mundial de la carne de cerdo se tensionará. China necesita abastecerse de carne, pero cada vez lo hace con mejores condiciones económicas.
No obstante, las condiciones geopolíticas cambian constantemente y, como ejemplo, un posible cambio en la presidencia de Estados Unidos en las próximas elecciones legislativas de noviembre podría causar un cambio en sus relaciones comerciales con China y, como consecuencia, modificar los mercados internacionales. Aunque la disputa por la hegemonía mundial seguirá creando tensiones entre las dos superpotencias.
China tratará de abastecerse de carne de cerdo de otros países. De esta manera, en los últimos meses, han surgido noticias de que se está ultimando un acuerdo estratégico con el Gobierno de Argentina para producir en este país carne de cerdo. No olvidemos que Argentina es un gran productor de materias primas para la fabricación de piensos. Probablemente, China no será autosuficiente en los próximos 5-10 años, pero su capacidad de compra puede ocasionar distorsiones en los mercados.
China está aprendiendo a jugar, y juega con su capacidad de compra y la geopolítica, utilizando la carne de cerdo como una de sus bazas comerciales en sus relaciones internacionales. Pudiera ser que en el futuro las exportaciones españolas a China no fueran tan importantes.
¿Qué pasará entonces en el sector porcino español? ¿Estará preparado para actuar en un mercado aún más maduro donde los excedentes de carne, fundamentalmente los europeos, deberán buscar otros mercados?
España debe prepararse para las crisis cíclicas del sector, que por los motivos sanitarios arriba descritos y la pujanza de las exportaciones de nuestro sector buscando nuevos mercados, se han retrasado en los últimos años, permitiéndonos gozar de un periodo de bonanza extraordinariamente largo.
En esta coyuntura, España sigue creciendo en censos y productividad, pero los productores españoles nos deberíamos plantear como tema prioritario ser más eficientes y pensar que no podremos seguir creciendo de manera indefinida.
Es verdad que Dinamarca, un país donde el sector porcino representa más del 5% de su PIB, ha estado exportando en torno al 80% de su producción en los últimos 20 años, pero con pilares estructurales y planes de I+D+I muy fuertes en Genética, Sanidad, Sostenibilidad, Manejo, Nutrición, etc. Actualmente, se está especializando en producir y exportar lechones a sus vecinos europeos y muchos de sus ganaderos, ante la imposibilidad de seguir creciendo en su país, fundamentalmente por temas medioambientales, lideran proyectos empresariales ligados a la producción porcina en países del Este de Europa, donde los salarios son muy inferiores a los de Dinamarca y pueden seguir creciendo.
España debe establecer un Plan Estratégico del Porcino que nos haga más eficientes y menos vulnerables en el futuro. Un Plan basado, entre otras cosas, en:
- Planificación Estratégica de la Sanidad. La salud de los animales es una ventaja competitiva que debemos potenciar. Nuestra prioridad debe seguir siendo evitar la entrada de PPA, pero dentro del plan estratégico sanitario, controlar y erradicar el PRRS sería muy bueno para España, ya que nos cuesta cientos de millones de euros anualmente.
- Mejora de la productividad de las granjas de madres y del número de lechones producidos, mejorando la genética, la sanidad, las instalaciones y el manejo.
- Mejora de la eficiencia alimentaria (Índice de Conversión) de los cebaderos, y utilización de nuevos productos y subproductos en alimentación resultantes de programas de I+D.
- Plan Nacional de Bioseguridad. De vital importancia para poder mantener nuestra sanidad, que nos permite exportar a todos los países. Debe incluir medidas como aumentar la distancia de las granjas de madres de nueva construcción a dos kilómetros, lo que permitirá mantener un alto estatus sanitario de las granjas de reproductoras y permitir unos crecimientos más sostenibles.
- Limitar los Macroproyectos de varios núcleos de granjas de madres o de cebo en latifundios por el impacto social negativo de estos proyectos y por suponer un riesgo sanitario y un crecimiento no sostenible desde ningún punto de vista para el sector.
- Priorizar el uso del purín como fertilizante agrícola reduciendo el uso de abonos químicos en la agricultura industrial. Controlar la gestión del purín de los centros gestores que no disponen de tierra suficiente para el uso el purín como fertilizante agrícola.
- Desarrollar nuevos sistemas de gestión del purín para reducir las emisiones contaminantes y favorecer una producción más sostenible.
- Favorecer al autoabastecimiento energético de las granjas mediante el uso de energía fotovoltaica, geotermia, puritermia y todo tipo de energías alternativas económicamente viables.
- Seguir apostando decididamente en la promoción del sector porcino español en los mercados exteriores a través de las organizaciones sectoriales que tan buena labor están realizando.
- Favorecer el crecimiento de las empresas cárnicas y de producción porcina españolas en otros países, para que se puedan mantener liderazgos mundiales, en unos mercados globalizados que necesitan de grandes volúmenes para poder trabajar con los grandes grupos de distribución alimentaria a nivel mundial.
En definitiva, el sector porcino español debe priorizar la eficiencia, rentabilidad y sostenibilidad, en un marco de bioseguridad y sanidad seguros, sin limitar los crecimientos y haciéndolos de la manera más racional y sostenible.