Durante los próximos dos meses en esta sección vamos a contar con los consejos de los veterinarios Vicente Talamantes y Josep Farreres sobre las mejores estrategias de manejo alimentario de las cerdas durante el verano.
Vicente Talamantes
En realidad no debería haber diferencia en la alimentación de las cerdas gestantes entre el verano y el resto del año. Lo que tenemos que intentar es paliar el estrés térmico de las cerdas lactantes para que la disminución de consumo de pienso sea lo menor posible.
Evidentemente, en verano, conseguir un ambiente confortable para las cerdas en las distintas fases del ciclo no es tarea sencilla. Mallas de sombreado para los parques, aspersores, nebulizadores, sistemas de cooling, árboles y todo lo que ayude a disminuir la temperatura ambiental serán de interés para alcanzar nuestro objetivo.
Alimentación después del destete durante el verano:
El siguiente ciclo empieza tras el nacimiento de los lechones. Las pérdidas de proteína de la cerda afectarán a la salida en celo y al tamaño de la camada siguiente. En cerdas primerizas se producirá el “síndrome de la segunda camada”.
Como muestra la gráfica en la que se comparan dos dietas, una rica en almidón y otra rica en grasa, las dietas glucogénicas ayudan a evitar este síndrome.
Van der Brand et al. 2001
Actualmente se utilizan piensos “flushing” para este periodo con un mayor contenido en almidones y azúcares. En el caso de granjas de menor tamaño se utilizan concentrados que aportan azucares y suplementos vitamínicos que se añaden a la ración diaria de la cerda (complemento flushing). Además en esta fase también es aconsejable utilizar el pienso de lactación hasta que las cerdas salgan en celo.
Programas de alimentación en gestación
El objetivo de los diferentes programas de alimentación en gestación debe perseguir:
- Perfecta condición corporal a la entrada en maternidad
- Obtener lechones viables
- Cerdas no demasiado grasas (<20 mm de espesor de grasa dorsal)
- De 7 a 9 kg de ganancia en proteína
El punto de partida será estimar la condición corporal en el momento de la cubrición. Se puede hacer con el esquema tradicional, o midiendo el espesor de la grasa P2.
La distribución del pienso a lo largo de la gestación tendrá en cuenta:
- La recuperación temprana de las reservas pérdidas en la lactación
- Incremento al final de la gestación para el desarrollo fetal, crecimiento de la glándula mamaria y evitar el estreñimiento
- Si se trata de nulíparas o de multíparas
Las cerdas tienen que recuperar el peso perdido lo antes posible. La restricción de pienso que se hacía al principio de la gestación en programas antiguos ha pasado a mejor vida. En la actualidad está demostrado que no hay aumento de mortalidad embrionaria por elevar el consumo al inicio de la gestación, sino todo lo contrario. Tan sólo en nulíparas hay un cierto efecto en este sentido, por lo que la curva de alimentación en nulíparas será más lineal, aumentado la cantidad de pienso diario sólo al final de la gestación.
Josep Farreres
A pesar de los sistemas de refrigeración y ventilación disponibles, debemos controlar el manejo de la alimentación para evitar tanto la anorexia en la lactación como el excesivo engrasamiento a final de gestación.
Es por eso que en mayo retocamos la ración diaria de las cerdas, ya que en junio puede ser que tengamos alguna cerda demasiado grasa. No es fácil dar una cantidad exacta de pienso para cada fase, ya que dependerá de la energía neta de cada pienso, y de la genética de cada explotación.
Actualmente, tendemos a llevar las cerdas algo más delgadas que hace unos años y en verano podemos reducir unos 200 gramos/día la cantidad de pienso. Sin embargo, para esto hace falta que los ganaderos usen bien el Renco para determinar el espesor de la grasa dorsal en cada fase.
Por lo general, en gestación las cerdas comen de forma normal y recomendamos dar de comer una vez al día, a primera hora de la mañana y preferiblemente en granulado, debido a que, es más apetente, desperdician menos pienso y es más denso que la harina.
En las gestaciones con comederos continuos, debe haber algo de agua en el momento de dar de comer. Pero sólo la suficiente para que el gránulo quede empapado, facilitando así la ingesta. Un exceso de agua, puede hacer que queden restos de comida y agua que, junto con la elevada temperatura, son un caldo ideal para el crecimiento de hongos y bacterias.
Como técnico, prefiero que durante los meses de calor, el agua en gestación, se dé 3 ó 4 veces al día:
- a primera hora junto con la comida,
- a final de la mañana o
- a primera hora de la tarde y
- antes de irse de la granja
Así, además de garantizar el frescor del agua y evitar que las cerdas la malgasten; las obligamos a levantarse, defecar y orinar. Pero en la práctica y debido al tamaño creciente de las granjas y los horarios intensivos, se imponen cada vez más las boyas en los comederos corridos en los que el nivel no debería ser superior a 10 cm de altura. En estos casos, la temperatura del agua es más alta y menos apetecible.
Nuestro principal objetivo en gestación en verano; aparte de recuperar las cerdas con niveles de grasa dorsal inferiores a 12 mm, es evitar el excesivo engrasamiento, ya que nos dará consecuencias negativas tras el parto.
Hay que prestar mucha atención a las nulíparas, ya que en muchas ocasiones están alojadas en grupos y con alimentación ad libitum, y cuando llegan a la nave de gestación, pueden estar excesivamente grasas.