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Cuanto mejor realicemos el proceso de las adopciones, y en general el manejo en las primeras 24-48 horas de vida, menos trabajo deberemos realizar después y mejores resultados obtendremos.
Para poder realizar adopciones con éxito, es imprescindible arrancar con un lechón que tenga una excelente vitalidad. Un requisito que considero fundamental es prohibir la inducción de partos. A día de hoy, la gestación es más larga, con promedios por encima de los 116,5 días y varía entre cerdas. Al inducir podemos ver lechones de buen peso, pero con menor vitalidad.
Maximizar la producción de calostro:
Evidentemente es básico el plan de alimentación de la cerda, pero una práctica que ofrece beneficios es aplicar oxitocina al finalizar el parto. Por un lado ayuda a la expulsión de la placenta pero, todavía más importante, aumenta y alarga la producción de calostro. Es interesante combinarla con el siguiente paso.
Encalostramiento:
Ningún lechón debe moverse antes de haberse encalostrado correctamente. Hablamos de 24 horas con la madre, con un mínimo innegociable de 12 horas (o sea, cordón umbilical perfectamente seco). Para permitir un buen encalostramiento se retiran parte de los lechones. Antes de traspasar lechones, un criterio sería, haber realizado tres cambios: encerrar dos veces a los lechones grandes y 1 vez a los pequeños. Lo ideal es combinar la inyección de oxitocina para encerrar a los lechones grandes y aprovechar esa mayor bajada de calostro con los pequeños.
Planificar las adopciones -contar cerdas y contar lechones:
En este apartado se puede hacer de más y de menos. Lo ideal es entrar a valorar el histórico de la cerda, tetas funcionales, condición corporal, etc. El objetivo es conseguir camadas homogéneas en tamaño, de lechones bien encalostrados y vitales para que la competencia entre ellos sea equilibrada y para estimular y aprovechar al máximo la leche de la madre.
Igualar: si lo vemos como un juego, es como un puzzle
donde debemos encajar los lechones con las cerdas.
Procesado:
Aquí hay que distinguir entre el hierro y descolmillado y el resto de procedimientos. El hierro hay que aplicarlo cuanto antes porque el lechón lo necesita para tener una arrancada óptima y se puede hacer coincidiendo con la manipulación durante las adopciones. El descolmillado debe hacerse antes de igualar para asegurar que, al pelearse, no hieran alguna teta o entre ellos, lo que podría ser entrada de infecciones y problemas. Prefiero hacer el descolmillado mediante limado que mediante corte. El resto de procedimientos, en caso de realizar corte de colas o aplicación de algún producto, es mejor retrasarlos a los 3-4 días de vida para no interferir con el arranque de la lactación.
Colocar dos lechones más que número de tetas:
Evidentemente estamos hablando de granjas con prolificidades altas, superiores a los 18 nacidos vivos. Al inicio de la lactación, la cerda produce mucha más leche de la que el lechón puede tomar, más aún si los lechones son pequeños. Esta falta de vaciado completo de la glándula mamaria, tiende a limitar su producción de leche. A mayor estímulo, mayor será la producción lechera presente y futura de la cerda. Ademas, al principio, los lechones cubren un área de la ubre más que una teta en concreto.
Revisión continua de los lechones:
Dos veces al día se deben revisar y marcar los lechones que veamos que no progresan. Esta supervisión es imprescindible si estamos colocando un gran número de lechones bajo la cerda, porque un lechón que se retrasa, se puede perder en pocas horas.
Aprovechar las primerizas al máximo:
Las cerdas jóvenes deben ser las que funcionen mejor y es importante que su primera lactación sea excelente para maximizar el número de tetas funcionales y la producción lechera. Les colocaremos dos, e incluso tres lechones más que tetas y plantearemos que las primerizas hagan lactaciones de mínimo 23 -24 días.
Creación y elección de nodrizas:
Cuando se generan 15 lechones marcados, por estar perdiendo el ritmo de la camada, se juntan bajo una nodriza. Respecto a la creación de nodrizas prefiero minimizar los pasos tanto en hembras como en lechones con lo que, si es factible, busco una cerda a punto del destete como nodriza. Los criterios para elegir la cerda son: que tenga un buen consumo de pienso, una buena condición corporal, que haya tenido una buena lactación y que su camada esté igualada. En mi experiencia, con una prolificidad de 18,6 NV, planificamos dejar un 20% de parideras vacías para alojar nodrizas. De este modo los lechones que nacen en la misma semana se van la misma semana.
El movimiento de lechones hacia atrás, juntándolos con camadas más jóvenes,
está prohibido bajo cualquier circunstancia.
¿Igualar varias veces durante la lactación?:
Cuanto mejor realicemos los traspasos al inicio, menos trabajo tendremos en el resto de la lactación y menos necesidad de mover lechones. Será necesaria la supervisión constante para retirar esos lechones que no sigan el ritmo de la camada, pero en líneas generales hablamos más de retirar que de “cambiar un lechón por otro”. Los cambios, pasados 7 días, deben ser hacia nodrizas. De este modo los lechones que se quedan atrás son salvados con una cerda “buena” en lugar de perjudicar a los buenos del lote. Si hacemos muchos traspasos pasados los primeros 7 días, debemos plantearnos que algo debemos cambiar.
Para destetar el mayor número de lechones de calidad, es imprescindible una política de manejo y traspaso de lechones, junto con el manejo de la nutrición y el programa sanitario.
Hay muchos factores a tener en cuenta para realizar las adopciones de forma correcta y aquí solo he recogido los criterios principales en base a mi experiencia práctica. La capacidad de observar y de actuar del personal es clave y más necesaria a medida que los parámetros reproductivos aumentan.
