Como ya sabemos, el aparato respiratorio tiene como función principal la captación del oxígeno del aire y la eliminación del CO2 originado en el catabolismo tisular. Sin embargo, en el cerdo también es el encargado de realizar el proceso de termorregulación, puesto que no tiene desarrolladas las glándulas sudoríparas, por lo que el animal debe eliminar el exceso de calor mediante un sistema de evaporación denominado polipnea térmica. Se sabe que el exceso de calor provoca una disminución del crecimiento, como podemos observar en nuestras granjas cuando llega el calor en verano. Por tanto, si el cerdo tiene comprometida la función respiratoria debido a un proceso neumónico, su capacidad de termorregulación va a estar también alterada, traduciéndose en una disminución de la ingesta, lo que conlleva un retraso del crecimiento y, por tanto, un menor rendimiento económico de la explotación.
Uno de los primeros trabajos en el que se estudió esta relación fue en el realizado por Straw et al. (1989), donde al comparar el porcentaje de superficie pulmonar lesionada con el crecimiento de los animales pudieron comprobar que se producía una disminución de la ganancia media diaria (GMD) de 37,4 gramos por cada 10% de superficie pulmonar afectada por neumonía (figura 1).
En otro estudio realizado por Pagot et al. (2007), se pesaron individualmente alrededor de 7.000 cerdos procedentes de 14 granjas de Francia y se examinaron sus pulmones en matadero, comprobándose que había una correlación negativa entre la prevalencia de lesiones pulmonares y el crecimiento. En este sentido, se cuantificó una reducción del 0,7% aproximadamente en la GMD por cada punto de incremento en las lesiones pulmonares (figura 2). El crecimiento medio fue un 3% menor en los cerdos que presentaban lesiones pulmonares en matadero frente a los que no las presentaban.
En este trabajo, se utilizó el sistema de puntuación de lesiones pulmonares propuesto por Madec y Kobisch (1982) en el que la puntuación total del pulmón está comprendida entre 0 y 28 puntos, puntuándose cada uno de los siete lóbulos pulmonares entre 0-4 puntos, correspondiendo a 0 la ausencia de lesión, 1 si el área de lesión es menor de 5 cm2, 2 para un área de lesión más extensa pero menor de la mitad de la superficie pulmonar del lóbulo, 3 cuando el área de lesión es mayor pero todavía queda tejido sano y 4 si el lóbulo está totalmente afectado. También se valoró en este estudio la presencia de pleuritis, encontrándose una prevalencia media del 10% y observando que en los animales que presentaban simultáneamente neumonía (puntuación de 4 o superior) y pleuritis, el crecimiento fue un 15% menor que en aquellos que no tuvieron pleuritis.
El impacto económico de la presencia de pleuritis crónica en matadero fue también estudiado por Sorensen et al. (2014), quienes estimaron que un incremento del 16% en la frecuencia de aparición de esta lesión tiene un coste de 0,1 € por cerdo.
Una de las enfermedades en la que más se ha estudiado la relación entre la presencia de lesiones pulmonares en matadero y la disminución en el crecimiento de los animales, y por tanto con el coste económico, ha sido en la Neumonía Enzoótica Porcina (NEP), enfermedad causada por Mycoplasma hyopneumoniae, siendo uno de los procesos que más pérdidas causan en la industria porcina. Las vacunas frente a este patógeno han demostrado que disminuyen la incidencia de lesiones pulmonares en matadero y, por tanto, aumentan el crecimiento de los animales, lo que se traduce en un beneficio económico evidente. En relación con este proceso, Bringas et al. (2014) realizaron un estudio en el que evaluaron la incidencia de lesiones pulmonares compatibles con NEP en matadero y los datos productivos de algo más de 48.000 animales. Para ello, compararon los datos productivos en lotes de cerdos con diferentes rangos de lesiones pulmonares, agrupando los lotes en cuatro grupos: incidencia de lesiones <55%, incidencia entre 56-76%, incidencia entre 77-88% e incidencia >88%. En este estudio, comprobaron que al pasar del grupo con menor incidencia de lesiones pulmonares (<55%) al de mayor (>88%) había una disminución de 42 gramos en la GMD, un aumento de 50 gramos en el índice de conversión (IC), un aumento del 0,9% en la mortalidad y un aumento de 0,84 € en los costes de medicación (Tabla 1). Así pues, dependiendo de las condiciones, el coste de la enfermedad podría llegar a suponer un incremento en la producción de unos 2,7 € por cerdo.
Tabla 1: Valores de los principales parámetros productivos en los diferentes lotes de animales según la incidencia de lesiones pulmonares. Adaptado de Bringas et al. (2014).
Incidencia de lesiones | GMD | IC | % mortalidad | Coste medicación |
---|---|---|---|---|
<55% | 687 | 2,51 | 2,41 | 1,93 |
56-76% | 671 | 2,54 | 2,76 | 1,98 |
77-88% | 662 | 2,52 | 3,01 | 2,43 |
>88% | 645 | 2,56 | 3,31 | 2,77 |
Las lesiones pulmonares tienen un marcado efecto sobre los principales parámetros productivos en el cerdo, por lo que el control de los patógenos respiratorios es esencial para minimizar las pérdidas y mejorar la rentabilidad de nuestra explotación.