Artículo comentado
Profile of pig farms combining high performance and low antimicrobial usage. Collineau, L.,Backhans, A.,Dewulf, J.,Emanuelson, U.,grosse Beilage, E.,Lehébel, A.,Loesken, S.,Okholm Nielsen, E.,Postma, M.,Sjölund, M.,Stärk, KDC.,Belloc, C. (2017) Profile of pig farms combining high performance and low antimicrobial usage within four European countries. Veterinary Record 181, 657.
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Comentario
Con la presión que nos llega para reducir el uso de antimicrobianos parece que sea imposible que podamos mantener la alta producción. Sin embargo, el artículo muestra un hecho que muchos de nosotros ya habíamos experimentado. ¡Es posible producir bien con un gasto bajo en antimicrobianos!
El artículo presenta cuales son las características que hace a estas granjas significativamente distintas a las explotaciones regulares. En ellas, la aplicación de las medidas de bioseguridad es más estricta, tanto para aquellas medidas de bioseguridad exterior, como la interior. Llevar a la práctica la bioseguridad implica entender cuáles son los riesgos y poner en valor el coste, en tiempo y dinero, que la bioseguridad requiere. ¿Cuántas veces no nos hemos preguntado cuál es la rentabilidad de la bioseguridad? Es una pregunta difícil de responder con precisión, pues el impacto de una enfermedad nueva puede ser muy pequeño o grande dependiendo de cuál sea. Si lo que evitamos es la entrada de una infección por App el ahorro será uno, pero si lo que evitamos es la entrada de una enfermedad de declaración obligatoria como podría ser la Peste Porcina Africana, el retorno sobre la inversión de las mismas medidas puede ser infinitamente superior. A mi entender el artículo demuestra que quien alcanza un nivel productivo elevado, lo alcanza porque entiende de ganado y porque es ordenado y diligente con las rutinas. No hay producción sin orden y rutina. Curiosamente, las explotaciones consideradas top en producción y bajo uso de antibióticos eran las que tenían una edad de destete inferior. Hoy parece que si no se alcanzan las 4 semanas de edad al destete no es posible conseguir buenos resultados en las fases posteriores. No obstante, los datos del artículo lo desmienten, y no debería sorprender, porque la edad de destete se ha usado como herramienta para controlar la enfermedad. Sólo hay que revisar las publicaciones respecto de los destetes precoces medicados en el control de distintas infecciones. Aunque, es muy aventurado decirlo, parecería que del artículo se desprende la conclusión que una edad de destete temprana ayudaría en el control tanto de la patología digestiva como respiratoria. Aunque también podría tratarse de una coincidencia, ya que los ganaderos buenos son capaces de aportar a los animales aquello que precisan en cada situación.
Otro punto interesante es que había explotaciones consideradas “Top” también en zonas densas. Esta coincidencia desmiente, en parte, la creencia que si la granja se encuentra en una de las zonas de elevada densidad porcina tendrá problemas y la antibioterapia será, poco menos que imprescindible.
No me ha sorprendido que no se encuentre relación entre el uso de vacunas y el uso de antibióticos. En muchos casos, quien usa pocas vacunas es quien tiene pocos problemas y esto sería perfectamente aplicable a quien no vacuna frente PCV2. No vacunan aquellos que no tienen problemas, de ahí que sea difícil establecer relaciones entre uso de vacuna y antibióticos.
En definitiva, quien trabaja bien es capaz de producir bien y mantener un uso de antibióticos reducido, sea cual sea la localización de la explotación. Pero eso sí, sin olvidar la bioseguridad.
Resumen del artículo comentado
¿Qué se estudia? ¿Cómo se estudia? Los autores realizaron un estudio transversal en granjas de ciclo cerrado de cuatro países europeos. Las granjas se clasificaron según su rendimiento técnico (destetados/cerda/año, DCA) y su consumo de antimicrobianos. Las granjas punteras, que combinaban un rendimiento elevado con un bajo uso de antimicrobianos, fueron comparadas según sus características, bioseguridad y estado sanitario con granjas normales, es decir, las que tenían un consumo elevado de antibióticos o las que, pese a consumir pocos, tenían índices técnicos bajos. Se introdujo un modelo logístico multivariado para determinar qué factores entre caractrerísticas de la granja, bioseguridad y estado sanitario, podían ayudar a determinar el éxito o el fracaso de llegar a ser una granja puntera. Los autores también identificaron los principales criterios que aumentaban la probabilidad de ser una granja puntera entre las granjas situadas en una zona porcina densamente poblada. ¿Cuáles son los resultados? Los autores demostraron que las explotaciones de ciclo cerrado pueden mantener un elevado rendimiento técnico con un uso reducido de antibióticos independientemente de las características de la granja, incluso con un índice de DCA elevado en destetes tempranos. La bioseguridad se amortiza - La regresión logística múltiple sugirió que la probabilidad de ser una granja puntera aumentaba claramente al reducir el riesgo de introducir agentes infecciosos, un riesgo que podría verse incrementado por la localización o la densidad de la zona. Sin embargo, la mejora de la bioseguridad interna, como una compartimentación estricta de la granja que minimice el riesgo de transmisión en la granja, fue clave para aumentar las posibilidades de convertirse en una granja puntera, independientemente del entorno o de los brotes de enfermedad. La vacunación es una alternativa eficiente al uso (excesivo) de antimicrobianos - No es sorprendente que el uso de antimicrobianos sea mayor en las explotaciones en las que no se previenen correctamente las enfermedades. Sin embargo, no se evidenció que la introducción de vacunas aumentase la probabilidad de reducir el uso de antimicrobianos. Los autores reconocieron que la ausencia de información sobre el estado de la infección, que justificaría la implementación de una vacuna, fue perjudicial a la hora de evaluar la contribución de los esquemas vacunales en la probabilidad de ser una granja puntera. Sin embargo, cuando los autores se centraron en granjas localizadas en áreas de alta densidad porcina, la probabilidad de ser una granja puntera era claramente superior con una bioseguridad interna y una estrategia vacunal elevadas. ¿Qué conclusiones se extraen de este trabajo? La combinación de un mejor rendimiento técnico con un uso reducido de antibióticos se observan con mayor probabilidad en sistemas donde el control de la enfermedad es más efectivo y hay más bioseguridad. Incluso en granjas con un alto riesgo de infección en áreas con mucha densidad porcina, el aumento de la bioseguridad interna y de la vacunación mostraron ser medidas eficaces y alternativas al uso elevado de antimicrobianos para controlar el impacto de las enfermedades infecciosas. |