Todas las personas que nos dedicamos a gestionar o asesorar granjas de madres, sabemos que hay una serie de variables (lechones destetados/cerda, prolificidad, fertilidad, etc.) que nos dan información sobre la eficiencia de la explotación. Pero ¿realmente sabemos relacionar dichas variables, y ponderar cada una según su importancia, para detectar los puntos críticos y actuar en consecuencia? Una herramienta muy útil para “situar” estas variables es el Árbol de productividad.
El árbol de productividad es un diagrama de decisión, es decir, un gráfico que relaciona las distintas variables productivas de la granja, estableciendo una relación matemática entre ellas, y ponderándolas según su importancia.
A continuación se presenta un ejemplo de diagrama de productividad para los lechones destetados/cerda cubierta/año:
Árbol de productividad
Enero-Septiembre 2007
Enero-Septiembre 2008
Como se observa, se comparan dos periodos. Lo ideal es comparar el periodo a estudiar con otros valores (otro periodo de la misma granja, el histórico de la granja, o incluso la media de un grupo de granjas), con el fin de detectar variaciones. En una rama del árbol se sitúan los datos relacionados con el departamento de maternidad, y en la otra los relacionados con el departamento de gestación, aunque a nivel de granja, el manejo en un departamento tiene influencia sobre los resultados del otro.
Como se ha comentado anteriormente, los valores del árbol de productividad están relacionados matemáticamente, por ejemplo:
- lechones destetados/cerda *camadas/cerda cubierta/año = lechones destetados/cerda cubierta y año
- Nacidos vivos/cerda - %mortalidad predestete = lechones destetados/cerda
- (365 – Días no productivos)/ (duración gestación1+ duración lactación) = camadas/cerda cubierta y año
1No se incluye en el árbol de productividad al tener poca variabilidad, pero se recomienda chequearlo periódicamente.
Dentro del árbol de productividad, las variables que se sitúan más arriba son las que más importancia productiva tienen y las que más influyen en el parámetro a estudiar, reduciéndose dicha importancia a medida que se sitúan más abajo. Por ejemplo, la media de nacidos vivos por cerda tiene más importancia que las medias de totales, muertos o momificados por separado, aunque la primera sea el resultado de estas tres.
Según esto, la tasa de partos (o fertilidad a parto) es una de las variables que menos influyen en los destetados/cerda cubierta/año. Sin embargo, tradicionalmente la tasa de partos ha sido el parámetro más utilizado para valorar la eficiencia en el departamento de gestación. Realmente, los días no productivos tienen mayor significación y son más exactos a la hora de valorar dicha eficiencia. En el siguiente ejemplo se explica su importancia:
- La granja A cubre 10 cerdas, de las cuales repiten 2 con 21 días. Por tanto:
- Tasa de partos: 80%
- DNP debidos a fallos reproductivos 42
- La granja B cubre igualmente 10 cerdas, de las cuales detecta vacía y vuelve a cubrir una cerda a los 55 días. En esta segunda granja:
- Tasa de partos: 90%
- DNP debidos a fallos reproductivos 55
Es decir, la granja B, teniendo mayor tasa de partos, tiene un mayor nº de días no productivos, por lo tanto un menor nº de camadas/cerda cubierta y año, y consecuentemente, si el resto de datos del árbol de productividad son iguales en las dos granjas, tendrá un menor nº de lechones destetados/hembra cubierta y año.
En conclusión, tomar la tasa de partos como el principal parámetro de eficiencia en gestación puede dar lugar a errores, y por lo tanto a fallos en la detección del punto crítico de mejora en gestación. La razón de que se use mayoritariamente la fertilidad es que es un parámetro de fácil cálculo, mientras que los días no productivos de un periodo son más complicados de calcular (además, es conveniente separar los días no productivos de las nulíparas –intervalo alta-1ª cubrición e intervalo alta-baja sin cubrir- y estudiarlos de forma individual).
Como siempre, concluimos que la gestión y el análisis de datos de las explotaciones es fundamental para conseguir que el negocio sea rentable, ya que nos permite conocer los puntos críticos a tiempo así como procurarles la solución adecuada.