Este truco nos lo ha mandado Juan Vicente Hermidas Domínguez de La Coruña, España y lo usa cuando necesita sujetar rápidamente las cerdas dentro de las jaulas, para sangrías.
Truco
Con un lazo, a ser posible de barra larga, se enlaza una de las orejas del animal, y se tira ligeramente. La cerda se mantiene quieta, al notar la trabazón, y comienza a chillar, lo que aprovecha el segundo lazo para enlazar la mandíbula superior, al estar abierta la boca, e inmovilizado el animal.
Explicación
El trabajo de realizar la sangría de las cerdas reproductoras para cumplir las normas sanitarias establecidas, o el estudio de enfermedades, a veces es una tarea muy tediosa, al resistirse las cerdas, especialmente las que ya han sido sangradas alguna vez, y que continuamente esconden el morro entre los barrotes de la jaula, e incluso son capaces de "escupir" el lazo que con mucha dificultad se logra introducir en las mandíbulas.
En estos casos, hay veces que el nivel de stress que se le provoca al animal supera con mucho a la manipulación de la extracción de sangre que, bien hecha, no lleva más que unos pocos segundos, al mismo tiempo que desespera al granjero que intenta inmovilizar a la cerda.
Cuando esto ocurre, es muy sencillo enlazar una de las orejas del animal, ya que es un apéndice muy notable, y está en un lugar muy fácil de enlazar.
Cuando la cerda nota el tirón en la oreja, tiene un reflejo parecido a la inmovilización por la mandíbula, y comienza a exteriorizar su “desacuerdo” con chillidos similares a la técnica de la mandíbula.
En este momento, el segundo lazo lo tiene muy fácil para enganchar la mandíbula superior perfectamente, con lo que el tiempo de inmovilización de este tipo de animales se acorta drásticamente.