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Conducta alimentaria tras el destete: ¿podemos mejorarla con manejo?

Cuando se destetan, los lechones encuentran fácilmente el comedero, pero los que no han tenido acceso a creep feed durante la lactación no reconocen el pienso como comida.

El destete supone un fuerte estrés para los lechones y tiene una gran repercusión tanto en la sanidad como en el rendimiento. La interrupción de la ingestión de nutrientes es el factor más importante, ya que predispone al animal a padecer problemas intestinales. De hecho, los estudios sobre infecciones por E. coli que hemos llevado a cabo en el Nutreco Swine Research Centre muestran que las consecuencias de la infección dependen de la cantidad de alimento ingerida antes de la infección: los animales que comían por debajo de las necesidades de mantenimiento se ponían realmente enfermos, mientras que los que lo hacían por encima apenas tenían síntomas. Por lo tanto la conducta alimentaria es crucial para la salud de los lechones, y entenderla mejor nos sugerirá cómo reducir el estrés al destete.

Los estudios con sistemas electrónicos de alimentación en lechones destetados a última hora de la mañana, y con acceso a creep feed antes del destete, han proporcionado información nueva sobre la conducta alimentaria. Aunque pueda parecer sorprendente, los lechones no tuvieron dificultades en encontrar el pienso: casi todos (95%) metieron la cabeza en el comedero en las primeras 4 horas tras el destete. Sin embargo, la mitad de estas visitas no generó desaparición de pienso (fig. 1). El porcentaje de visitas efectivas aumentó hasta el 80% tras 2 días (fig. 1). Por lo tanto los lechones necesitaron mucho tiempo para ingerir el equivalente a una comida (10 gramos; en base a un consumo de 150-200 g/día en los primeros días tras el destete y a a 15-20 visitas al comedero/día): el 45% de los lechones no consumieron esta cantidad durante el primer día de destete.

Visitas al comedero y visitas en las que desaparece pienso en los primeros dos días tras el destete de lechones que han tenido acceso a creep feed durante la lactación.

Figura 1. Visitas al comedero y visitas en las que desaparece pienso en los primeros dos días
tras el destete de lechones que han tenido acceso a creep feed durante la lactación.

Los datos muestran claramente que los lechones no comen por la noche (fig. 1), pese a que durante la lactación lo hacen frecuentemente. Esto sugiere que los episodios de lactación nocturna son iniciados por la cerda, ya que los lechones tienen un ritmo diurno-nocturno. Torrey (2004) experimentó despertando a lechones recién destetados con grabaciones de gruñidos de cerdas. Sin embargo el resultado fue que aumentó más el consumo de agua que el de pienso y no tuvo efectos positivos en el rendimiento.

Una cuestión interesante es qué sucede la primera vez que el lechón mete la cabeza en el comedero. Un cuidadoso análisis de los registros de desaparición muestran que, de hecho, desaparecen cantidades muy pequeñas en las primeras visitas (el 96 % de los animales generaron desaparición de pienso durante las 4 primeras horas tras el destete), pero esto suele ser seguido por un periodo de rechazo del pienso. En casi la mitad de los animales, no se inicia un consumo substancial de pienso hasta el día siguiente. Este comportamiento encaja con una neofobia alimentaria (aversión a probar alimentos nuevos). Un animal salvaje hambriento frente a un alimento nuevo sólo lo probará, pese al hambre que tenga. Sólo tras "experimentar" que este nuevo alimento es saludable, volverá y comerá más. Los patrones de alimentación de los lechones se parecen mucho a esto; muchos lechones consumirán sólo pequeñas cantidades (gramos) de pienso en las primeras horas tras el destete, pero sólo tras confirmar que dicho alimento es seguro lo consumirán en una cantidad apreciable y, al final, adoptarán un patrón de ingesta regular. Las observaciones con lechones alojados individualmente encajan con una neofobia alimentaria: un 5-10% de los lechones rechazarán la comida durante días, exceptuando el primer tanteo tras el destete. Esto tendrá graves consecuencias sobre su salud. Sólo tras demostrarles que el pienso es seguro mezclándolos con otros lechones que comen o, tras proporcionarles una dieta completamente distinta, volverán a comer pienso. Si la neofobia alimentaria desempeña un papel importante en el destete, esto es otra señal de que tenemos que enseñar a los lechones a comer su dieta de transición antes del destete y de que tenemos que hacer coincidir la palatabilidad de la dieta pre y post-destete. La evaluación del comportamiento alimentario en lechones según si se les ha administrado creep feed o no demostró que los que habían tenido creep feed hacían el doble de visitas efectivas al comedero (49 % aumentando hasta el 73 % vs. 25 % aumentando hasta el 35 %) durante el primer día post-destete (fig. 2).

Visitas exitosas al comedero de lechones con y sin acceso a creep feed en la lactación.

Figura 2. Visitas exitosas al comedero de lechones con y sin acceso a creep feed en la lactación.
La variación por la noche está causada por un número bajo de visitas al comedero.

Estos datos también hacen plantearse cuál es la mejor hora del día para destetar los lechones. El destete a primera hora les dará el tiempo máximo, hasta el anochecer, para aprender a alimentarse . Destetarlos al principio de la tarde puede darles una oportunidad para probar el pienso antes del anochecer por lo que, a la mañana siguiente, ya habrán experimentado que es seguro y empezarán con la alimentación regular. Hay pocos ensayos para determinar el momento óptimo para el destete: sólo hemos encontrado un estudio de Ogunbameru (1992) en el que los destetes al atardecer (8 pm) producían lechones que eran casi 1 kg más pesados a los 28 días post-destete en comparación con los destetados a las 8 am.

Conclusiones

Los patrones de consumo de pienso en transición muestran que los lechones tienen pocas dificultades para encontrar el comedero. Sin embargo, especialmente los lechones no expuestos a creep feed, no reconocen el pienso como comida. Al parecer, lo prueban inicialmente antes de desarrollar un patrón de alimentación normal, cosa que sucede en los días siguientes. Durante este tiempo existe un riesgo elevado de que los lechones se pongan enfermos, lo que puede dar lugar a un rechazo permanente de la comida. Entrenar a los lechones antes del destete con un prestarter de alta calidad debería facilitar la transición y reducir el riesgo de complicaciones sanitarias. Idealmente, el creep feed y el prestarter deben tener la misma palatabilidad, para que los lechones no lo experimenten como un pienso nuevo. Por encima de todo, tanto el creep feed como el prestarter deben formularse pensando básicamente en la palatabilidad.

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