Se formaron 26 grupos de ocho cerdas, en la mitad de los cuales se introdujo un verraco. En estos grupos se tomaron distintos medidas de comportamiento y se valoraron las lesiones.
Las cerdas con un bajo rango jerárquico presentaron una mayor puntuación para las lesiones que las de rango mayor. La presencia del verraco no disminuyó el número de interacciones por cerda pero sí redujo el número de peleas a casi la mitad y también disminuyó la duración de las peleas. Sin embargo la puntuación de las lesiones no se vio afectada por el tratamiento. El número de interacciones por grupo disminuyó en los grupos en que habían más cerdas compañeras.
C. Borberga y S. Hoy. Mixing of sows with or without the presence of a boar. 2009. Livestock Science. Vol. 125 (2-3): 314-317.