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Se tomaron diversas medidas morfométricas de 296 cerdas de cinco granjas similares: longitud, anchura, altura y grosor (distancia entre el dorso y el vientre, a la altura de la última costilla). EL grosor se usó como estimación de la anchura de la cerda cuando está estirada.
Se observó una gran correlación (r2=0,92) entre la anchura y los días de gestación y entre el grosor y el número de parto. El grosor máximo lo presentaban las cerdas de 6,3 partos. Se observó que cerdas con idénticos genotipos, alojadas en granjas diferentes, presentaban dimensiones diferentes. La altura y la longitud de los animales era ligeramente menor que el de las jaulas, pero el 95% de las cerdas requerirían, al menos, 71,6 cm de ancho para poder estirarse sin que su cuerpo protruyese entre los barrotes, mientras que la mayoría de jaulas sólo tienen 58 cm de ancho. A partir de estos datos se determinó que se necesitarían dos o tres modelos de jaulas, con anchuras diferentes, para alojar confortablemente a todas las cerdas de la granja.
Mcglone JJ, Vines B, Rudine AC, Dubois P. The Physical Size of Gestating Sows. 2004. J. Anim. Sci. (82):2421-2427
