Para ello se utilizaron dos dietas, la C, una dieta estándar de última fase de cebo como control y la I, la misma dieta un 15 % de inulina. Se emplearon 216 animales, 72 de los cuales consumieron la dieta C y el resto la I. Los cerdos participaron en la experiencia desde los 58,7 a los 109,5 kg.
El pH medido en los purines bajo el área de descanso era significativamente más bajo que el de debajo del área de deyecciones. Bajo la zona de deyecciones, el pH era significativamente más bajo en los animales alimentados con I, mientras que el de debajo del área de descanso no estaba afectado por el tipo de dieta. La concentración de amoníaco medida en la chimenea de ventilación y la emisión de amoníaco fueron significativamente más bajas (33 y 34 % menores, respectivamente) en las dietas I. Sin embargo, la concentración de olores en la chimenea de ventilación y la emisión de olores no estuvieron afectadas por la dieta, pese a que hubo cambios en la concentración de substancias químicas emitidas.
Actualmente no es viable la adición de inulina debido a su precio (2,25 €/kg).
CF Hansen, A Schäfer y M Lyngbye. 2005. The National Committee for Pig Production. Report nº. 724