En el Exp 1 los animales pertenecientes al grupo alta temperatura ganaron menor peso vivo (575 vs. 663 g/d; P < 0,001) y consumieron menor cantidad de pienso (926 vs. 1074 g/d; P = 0,001) que los animales expuestos a una temperatura termoneutra entre los días 14 y 28. De todos modos el índice de conversión (IC) no se vio afectado por la temperatura ambiental (0,623 vs. 0,618 g/g; P = 0,702). El Cr no afectó al crecimiento de los animales. Los lechones alojados en un ambiente de alta temperatura presentaron menor concentración de cortisol a nivel plasmático (42,0 vs. 53,7 ng/mL; P = 0,012) así como menor concentración de glucosa (6,68 vs. 6,96 ng/mL; P = 0,018). El ritmo respiratorio fue superior en el ambiente de alta temperatura comparado con los animales alojados en un ambiente termoneutro (114,6 vs. 65,0 respiraciones/min; P < 0,001) a día 27. En los Exp. 2 y 3, los animales alojados en un ambiente de baja temperatura presentaron menor IC (0,636 vs. 0,663 g/g; P < 0,01) asociado a una tendencia a presentar mayor consumo medio diario (CMD; 1026 vs. 942 g; P = 0,079) entre los días 14 y 26-28. La temperatura ambiental o la suplementación de Cr no afectaron a los parámetros sanguíneos. En el Exp. 3, la tasa de respiración medida a los días 22 y 27 fue menor (43,2 vs. 54,2 respiraciones/min y 42,2 vs. 57,0 respiraciones/min, respectivamente; P < 0,001) para los lechones alojados a baja temperatura que los animales alojados en ambiente termoneutro sin efectos tampoco asociados a la suplementación de Cr.
Se concluye que el estrés térmico afectó negativamente a los rendimientos productivos sin verse mejorados por la adición de Cr a la dieta.
BG Kim, MD Lindemann and GL Cromwell. 2009. Journal of Animal Science. 87:1695-1704.