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En agosto la cotización española perdió 13,50 céntimos por kg vivo; en septiembre se han perdido otros 11 céntimos por kg vivo. El acumulado en los dos meses representa casi un 19% del precio inicial (fin de julio). No hace falta decir nada más….
Que los precios del cerdo bajen en septiembre en España no es ninguna sorpresa, que además bajen en Alemania y en Francia se aparta de la experiencia de todos los años. La venta de la carne está muy difícil y cada mercado procura defender su competitividad; nadie quiere aparecer como el país más caro y menos competitivo.
En el momento de escribir este comentario las cotizaciones europeas son muy similares (estamos todos en un pañuelo) y constatamos que cada mercado mira de frente a su vecino para comportarse de forma similar y preservar un statu quo de competitividad que, no siendo bueno, nadie quiere empeorar.
Los descensos del precio del cerdo se han transmitido con pasmosa velocidad a la carne, de modo que si bien el matadero / sala de despiece compra más (mucho más) barato ello no significa que su cuenta de explotación haya mejorado. Este es un hecho muy preocupante para el conjunto del sector. Queda por ver lo que ocurrirá cuando se invierta la tendencia y los cerdos suban: ¿la industria de transformación aceptará alegremente las subidas que desde el matadero se le pedirán?: mucho nos tememos que no.
Octubre no puede marcar ningún punto de inflexión (es ahora cuando las temperaturas aflojan y los cerdos se agigantan cada día) y pensamos que asistiremos a una cascada de descensos cuyo límite se hace difícil de pronosticar. Sea como sea, cruzar la barrera sicológica de 1,00 € / kg será difícil aunque creemos que se atravesará. Nos parece que el suelo de la cotización española se encontrará alrededor de los 0,95 Euros / kg.
Europa es autosuficiente en un 105 – 108% en carne de cerdo. Este hecho es una realidad. Tan pronto como las exportaciones flaquean (por la debilidad del dólar, por la crisis que limita las ventas de productos nobles, por razones de compensación política en según que terceros países,….) se constata que “sobra” carne que ejerce un imparable efecto bajista sobre el mercado. Nunca hasta hoy habíamos conocido una situación tan débil de los lomos por poner un ejemplo.
Después de dos meses consecutivos de baja los grandes compradores esperan comprar más barato todavía a la semana siguiente, el vendedor piensa que es mejor vender barato que congelar sin saber a que precio podrá colocar esta carne,…. En dos palabras: existe una espiral bajista que se retroalimenta, hará falta algún factor determinante para romper esta inercia.
Operadores europeos reputados y fuentes bien informadas anticipan que Todos Los Santos podría marcar el suelo (como otros años así ha sido) de los precios del porcino en España y en Europa. Opinamos que así será aunque hará falta esperar para comprobarlo.
Como decía Confucio: estudia el pasado si quieres pronosticar el futuro.
 Guillem Burset |
