El descenso ininterrumpido de nuestra cotización en el mes de julio cabe atribuirlo más a una regularización con la UE que a otra cosa (los diferenciales que comentábamos hace un mes se han reducido hasta unos niveles situados dentro de la normalidad). Francia ha subido 4 céntimos acumulados en el mes y Alemania 10 céntimos, lo que acerca sus precios a los nuestros (que siguen por encima).
Paulatinamente recuperamos nuestra competitividad respecto a nuestro entorno comunitario, lo que nos permite recobrar rápidamente terreno en la exportación. Las reducciones de matanza se suavizan o se desactivan y los mercados se muestran bastante fluidos, como corresponde a esta época del año.
Finalmente se han colocado partidas muy importantes de existencias en congelado, cosa que tranquiliza momentáneamente a todo el mundo.
El precio del lechón en España está por los suelos (16,50 € por animal de 20 kg en origen es un precio definitivamente irrisorio), lo que podría presagiar un otoño desastroso para la cotización del vivo para sacrificio.
Probablemente, esta catástrofe anunciada no lo sea tanto. Varios factores coyunturales concurren al día de hoy:
- La grandes integradoras han apostado por aumentar su número de madres, forzadas por temas sanitarios y de trazabilidad, exigidos cada vez más por la industria europea en su conjunto (lo que explicaría el precio del lechón, desactivando en gran parte el factor premonitorio de este indicador).
- Las temperaturas en julio han sido benignas, con lo que no existen “bolsas” importantes de ganado retrasado que podrían desequilibrar la oferta. - La capacidad de sacrificio instalada en España excede con mucho la cifra más optimista de oferta en vivo. - La tímida reactivación de las ventas de stock congelado y la reducción clara de las pérdidas del matadero dejan entrever que si el cerdo es barato se podrá sacrificar toda la disponibilidad, no siendo necesario esperar a que sea “muy barato”. |
Creemos que la oferta otoñal será muy importante pero estamos convencidos que los mataderos podrán absorberla. El miedo a unos stocks paralizados ha desparecido y el anuncio de la apertura del mercado chino a los productos de cerdo español hecho con ocasión de la visita a ese país por SM el Rey de España ha desatado toda suerte de rumores y especulaciones acerca de operaciones gigantescas… que querríamos ver concretadas.
Es incontestable que septiembre, octubre y noviembre serán meses difíciles para el ganadero (¿¿cotización española en la banda de 0,92 – 0,87 € en vivo??). Esperemos que esta crisis anunciada sea lo más breve posible.
El que no ahorra una peseta cuando puede, no tiene un duro cuando quiere.
Guillem Burset |