¿Por qué no contamos todavía con una vacuna frente a PPA?
La PPA ha sido una enfermedad mayormente olvidada, sobre todo si pensamos en las áreas del África Subsahariana donde el virus ha permanecido endémico desde su origen, contribuyendo a la pobreza y desnutrición de las zonas afectadas. Incluso en los momentos en los que la enfermedad se enquistó de forma endémica en nuestro continente, nunca hubo más de una docena de grupos de investigación interesados en esta temática, siendo España y Portugal los que contaban con una representación más nutrida. Así pues, no es de extrañar que en los más de 60 años de conocimiento del virus, apenas se hayan publicado 1.454 artículos sobre PPA en general ó 167 artículos sobre vacunas y PPA.
La primera pregunta que hay que hacerse es: ¿por qué nos sorprendemos de que no haya una vacuna frente a la PPA a día de hoy? Prevenir para prevenir, ese debería ser nuestro eslogan para el futuro.
El virus en sí es complejo y su ciclo epidemiológico también, con más de un huésped susceptible: cerdos y jabalíes en Europa hoy y mucho más complejo en África donde se les unen dos reservorios naturales: las garrapatas del género Ornithodoros y los cerdos salvajes africanos.
Sin embargo y esto es una apreciación totalmente personal, lo que lo ha hecho más complejo aún es nuestra incapacidad histórica de investigar de una manera sólida y coordinada en este tema, habiendo incluso cerrado los mejores laboratorios del mundo en su momento (principios del año 2000) por considerar que el virus no era ya una amenaza. Ahora vienen las prisas.
¿En qué punto se encuentran las investigaciones actuales para el desarrollo de una vacuna frente a la PPA? ¿Sobre qué líneas generales se está trabajando? ¿Para cuándo será posible disponer de una vacuna frente al virus de la PPA?
Independientemente de lo recién descrito, se ha avanzado mucho en la investigación en vacunas frente a la PPA y estamos más cerca que nunca de dar buenas noticias. Respecto al tipo de vacuna a grandes rasgos podríamos hablar:
- Las vacunas clásicas inactivadas no funcionan frente al Virus de la PPA (VPPA), al menos como se han formulado hasta hora, muy probablemente debido a su incapacidad para producir las células T-citotóxicas, necesarias para eliminar a las células infectadas.
- Las vacunas atenuadas, bien con métodos clásicos o por manipulación genética, rinden unos niveles de protección fantásticos, al menos frente al virus parental. A día de hoy, esta estrategia es la que se considera más cerca del mercado y en la que prácticamente todos los grupos de investigación en el tema han puesto sus esperanzas, como se desprende de un informe de la Comisión Europea recientemente redactado por expertos en el tema. No será fácil, pues a los prototipos actuales, incluido los desarrollados en los laboratorios del USDA en Plum Island y los obtenidos en cooperación entre Centro de Biología Molecular Severo Ochoa y el CReSA-IRTA, habrán de ser mejorados en el futuro inmediato, esencialmente desde el punto de vista de su seguridad y de capacidad DIVA (que permite diferenciar animales vacunados de naturalmente infectados). El consorcio formado por USDA-ARS y CReSA-IRTA garantiza la optimización de los prototipos. El interés despertado en el sector empresarial y la financiación abierta por la UE permite ser optimista en lo que se refiere a poder tener una vacuna atenuada en el mercado en el plazo de 5-10 años; considerando siempre que estos plazos vienen dados por un científico optimista con muy pocos conocimientos de márketing empresarial.
- Atenuadas vs vacunas de subunidades. El mismo informe de la Comisión Europea nos anima a seguir trabajando en las vacunas del futuro, basadas en subunidades. La complejidad del virus, con más de 200 proteínas distintas, y la dificultad de suministrarlas in vivo de manera que se presenten de forma óptima al sistema inmune, recomienda ser más conservadores en cuanto a los plazos de comercialización. A pesar de sus enormes ventajas en lo que se refiere a seguridad y capacidad DIVA hay que restarle la baja eficacia demostrada hasta ahora frente al desafío con una cepa de VPPA letal. Hemos de seguir trabajando en paralelo identificando tanto los antígenos protectores del virus como los mecanismos inmunológicos responsables en protección. En resumen, invertir más en más investigación básica.
Con la información disponible hasta la fecha ¿qué grado de eficacia se podrá esperar de dicha vacuna?
Siempre es difícil extrapolar los resultados de laboratorio al campo. Lo único que podemos decir a día de hoy es que los prototipos vacunales disponibles en nuestros laboratorios protegen al 100% de los cerdos vacunados frente a un DESAFIO EXPERIMENTAL con Georgia, entendiendo como protección la capacidad de evitar la muerte (mientras que los animales control mueren en menos de 10 días). Cierto es, que algunos animales muestran durante un breve periodo de tiempo una cantidad reducida de virus detectado en sangre y secreciones nasales, cuando se comparan con los animales control.
¿Qué objetivos debe cumplir esta vacuna?
Un tema básico es el nivel de seguridad y la capacidad DIVA. No hemos de ignorar, que se trata de una vacuna viva y que como tal ha de ser utilizada con muchísimas garantías de seguridad. Mucho más fácil y menos restrictivo será el uso de vacunas basadas en subunidades
Si bien la administración inyectable será muy probablemente mejor aceptada por el sector, no deberíamos olvidarnos de una formulación para su administración oral en forma de cebo para jabalíes, de manera similar a la que se está ensayando frente a Tuberculosis o Peste Porcina Clásica.
Considerando el impacto que ha cobrado la enfermedad en los últimos años, ¿Hay suficientes recursos globales destinados a la investigación?
Quizás ahora hay más atención puesta en el tema y más dinero concreto en acciones, pero esto no significa nada si no es sostenible en el tiempo.
La crítica no es sólo a las autoridades, que en muchas ocasiones no se han tomado lo suficientemente en serio esta enfermedad, sino a los propios investigadores que en ocasiones nos tomamos estas oportunidades como un caladero ideal de fondos sin realmente implicarnos a fondo en la problemática. Los recursos limitados del mundo en general deberían hacernos replantear cómo utilizarlos racionalmente. Yo desde aquí aprovecho para agradecer públicamente los fondos que desde 2004 ha invertido el Gobierno español en nuestra línea de investigación, creyendo en ella incluso antes de que el Virus de la PPA volviera a amenazar nuestra economía de forma directa. Esto ha permitido que empresas como Boehringer Ingelheim (inicialmente) y actualmente otras, se interesen por nuestros desarrollos. Nos consideramos muy afortunados.