Utilización práctica de antimicrobianos en el campo. Como mejorar su uso

Los principios de la terapia antibiótica se basan en un triángulo terapéutico que incluye las relaciones entre la bacteria responsable de la infección, el animal enfermo y el fármaco utilizado para tratar la infección bacteriana (figura 1). La primera pregunta que se ha de contestar es si la terapia antimicrobiana es realmente necesaria. Una vez decidido el uso de un antimicrobiano, el objetivo de la terapia es proporcionar un fármaco efectivo para destruir a los microorganismos y conseguir la curación clínica de la infección en los animales afectados. El objetivo fundamental de la terapia antimicrobiana es proveer una concentración de fármaco efectiva en el sitio de infección durante un tiempo suficiente para obtener una curación tanto clínica como bacteriológica, evitando al mismo tiempo, tanto como sea posible, la aparición de efectos indeseables (Lees, 2002). En el caso de porcino, los antimicrobianos que se utilizan se administran fundamentalmente por vía intramuscular (IM) u oral (agua y/o pienso). A nivel de campo, podemos mejorar mucho la administración de antimicrobianos si cumplimos los siguientes puntos:

En el caso de antimicrobianos administrados por vía intramuscular es esencial respetar la dosis que debemos administrar cada vez (en mg/kg PV) así como la frecuencia de administraciones y su duración (cada X horas y que nº de días) para poder cumplir correctamente la dosis farmacológica a administrar recomendada en el prospecto. En la práctica, los mayores errores se pueden cometer al no estimar correctamente el peso de los animales a tratar. Es muy recomendable indicar al ganadero la cantidad exacta de medicamento a administrar (volumen en ml) y su frecuencia de administración (una sóla vez, o 1 vez cada X horas). Además, podemos dividir a la población de animales en grandes, medianos y pequeños de tal modo que podemos ajustar el volumen a aplicar de un modo más preciso (por ejemplo 2,5, 2 y 1,5 ml, respectivamente). Cumpliendo estos puntos y seleccionando adecuadamente la aguja (especialmente la longitud) es muy probable que dosifiquemos correctamente el antimicrobiano.

En el caso de antimicrobianos administrados por vía oral a través del agua de bebida es también esencial respetar la dosis farmacológica (expresada en mg/kg PV/día. Al administrarse el fármaco a través del agua de bebida es esencial, conocer la ingesta de agua diaria para ajustar la cantidad de fármaco que se debe poner diariamente en el agua de bebida para alcanzar la dosis farmacológica. En el siguiente ejemplo, se plantea un caso práctico que consiste en medicar el agua de bebida con doxiciclina. La dosis farmacológica es de 10 mg de doxiciclina/kg PV y día y el producto comercial seleccionado tenía 100 mg de doxiciclina por ml de medicamento. En nuestro ejemplo, se querían medicar cerdos de 80 kg de PV y se estimó un consumo teórico de 7 l/cerdo/día. A partir de estos parámetros, se necesita adicionar 2487 ml de producto medicamentoso por depósito completo (2176 litros). Sin embargo, nuestros consumos reales de agua no fueron estos, dependiendo del día de tratamiento (tabla 1). Al inicio del tratamiento, los animales ingieren menos agua que la cantidad estimada (5 l en lugar de 7 l). Por tanto, de no tener el consumo de agua real, hubiéramos subdosificado a los animales, al menos, durante los primeros tres días de tratamiento (tabla 1). Por tanto, debemos hacer un gran ejercicio de formación a nivel de campo para mejorar los tratamientos en agua. Es muy habitual administrar una cantidad constante de medicamento en el agua de bebida (“dos bolsas por mil litros”) sin tener en cuenta el consumo de agua diario. A partir de este ejemplo se entiende fácilmente que es muy habitual subdosificar los antimicrobianos bajo condiciones reales de campo (Callens et al, 2016).

Tabla 1. Ejemplo del cálculo de medicación con doxiciclina en agua de bebida según el consumo de agua real o estimado. Se trata de cerdos de 80 kg para los que se estima un consumo de agua teórico de 7 l / día. El depósito tiene 2176 l. La dosis farmacológica es de 10 mg de doxiciclina/kg y día y la concentración del producto es de 100 mg de doxiciclina por ml de medicamento.

En los antimicrobianos administrados a través del pienso también se debe cumplir la dosis farmacológica. En este caso, se debería registrar el consumo medio de pienso por cerdo para ajustar la cantidad de fármaco que debe estar presente en el pienso cuando se solicite a la fábrica de pienso (expresado en mg fármaco/kg de pienso final). En los prospectos suelen aparecer recomendaciones sobre la cantidad de medicamento (y fármaco) que debe estar presente en el pienso que se suministra a los animales pero es muy aconsejable ajustarlo de la mejor manera posible a nuestro caso en concreto. En cualquier caso, es evidente que no podemos modificar la cantidad que hay presente de modo diario en el pienso si el consumo varia durante el tratamiento, hecho muy habitual. Ahora se entiende fácilmente que esta vía de administración es la más imprecisa a la hora de ajustar la dosis farmacológica (se suele subdosificar- Callens et al., 2016) y, por otra parte, es la que más se utiliza con fines profilácticos.

En conclusión, uno de los puntos críticos para la optimización del consumo de antimicrobianos en porcino se debe basar en reducir su administración a través del pienso al mínimo posible y sustituirlo progresivamente por su gestión a través del agua de bebida y por vía intramuscular siguiendo las recomendaciones planteadas anteriormente.