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El mes finaliza con un sprint alcista que presagia mejores tiempos. Todos los mercados europeos suben sin complejos y, por ahora, este movimiento no tiene visos de detenerse.
11 céntimos de euro en las tres últimas sesiones de Mercolleida no están nada mal; en el mes que termina el precio alemán ha crecido en 20 céntimos de euro en canal (con un extraordinario empujón en la fecha de hoy de + 8 céntimos!!), Francia en 0,14 y la comedida Dinamarca en 0,08. Todas las señales apuntan alto.
La meteorología en el centro y norte de Europa ha sido extremadamente favorable al consumo, ejerciendo un innegable efecto de aumento de la demanda.
El inicio del verano siempre es una época propicia a mejores cotizaciones; la estacionalidad del consumo de algunas piezas así lo determina. Junio debería ofrecernos varias sesiones consecutivas al alza cuya magnitud vendrá –en gran parte– condicionada por la situación de nuestros vecinos.
La exportación hacia China ha sido importante y Rusia muestra últimamente un gran interés comprador, Los stocks en cámara han descendido y este factor apuntala la firmeza. Las restituciones a la exportación, actualmente en vigor, han ayudado a compensar la desfavorable evolución del cambio dólar / euro.
Dinamarca ha anunciado una reducción de sus efectivos porcinos de un 10%; Hungría se encuentra en la misma situación. Aunque Hungría no sea un mercado muy significativo a nivel de la UE., Dinamarca sí lo es y, de algún modo, ambas circunstancias son la prueba de que se están produciendo cambios estructurales. Otros países como Polonia y Rumania también anuncian reducciones de su cabaña.
Con la firmeza garantizada para junio y julio –por lo menos– queda por ver lo que acontecerá en otoño, época en la que tradicionalmente la cotización española se derrumba al aumentar la oferta con la benignidad climática. Si se confirmara una oferta más escasa en Europa (a la postre la única y perdurable solución a la crisis de precios) podría suceder que nuestra cotización se desenvolviera con más solvencia que otros años.
Lo importante para la producción, aquí y ahora, es salir de las pérdidas e intentar consolidar un margen positivo que podría mejorar si el alimento continúa abaratándose.
Es obvio que persisten muchas incógnitas, ello no obstante, la situación parece que sólo puede mejorar en lo que concierne al margen económico de las explotaciones porcinas. Mejor poco que nada.
Esperemos que las huelgas anunciadas del transporte no perturben en demasía la actividad de los mataderos. En el próximo comentario podremos constatar lo sucedido.
Cuando el invierno es lluvioso, el verano es abundoso.
 Guillem Burset |
