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Después de la sala de partos, el destete es la zona más cara de la nave de cerdas. De hecho, dependiendo de la cantidad de tecnología utilizada, puede incluso alcanzar o superar el coste de la propia sala de partos.
Y no podía ser de otro modo: la separación de la madre es, sin duda, el momento más crítico en la vida de un cerdo, tanto más delicado cuanto más temprano se produce y es por ello que requiere un entorno adecuado.
No hay que olvidar que, en un lechón de tres o cuatro semanas de vida, el aporte energético y las defensas inmunitarias dependen casi exclusivamente de la alimentación de la madre. De hecho, el lechón no es capaz de digerir cantidades importantes de alimentos y sus enzimas digestivas aún están incompletas, esto hace que los primeros días tras el destete sean muy delicados y un aporte energético insuficiente pueda desencadenar reacciones peligrosas, sobre todo en presencia de un entorno "climáticamente" inadecuado.
Por estas (y otras) razones, cuanto menor sea la edad al destete, mayor será el cuidado (y la inversión) que habrá que dedicar a la gestión del entorno (y de los animales).
De ahí la importancia de planificar y crear un entorno de destete adecuado a la edad y el número de lechones. Pero ocurre a menudo (debido a una planificación incorrecta o a la sobreproducción, o a la mejora de la productividad, etc.), que el espacio disponible es insuficiente, por lo que se buscan soluciones alternativas.
¿Cómo obtener o utilizar un entorno "alternativo" para el destete?
Se pueden encontrar varios ejemplos, como el de este ganadero que propone la adaptación de un entorno "estándar" (gestación, recría...) al destete.
El panel que delimita el "nido" es de material plástico fijado por un anillo de acero. En una esquina hay una abertura provista de "cortinas" para que pasen los lechones.
El entorno utilizado, consistente en un corral dividido en dos zonas (zona de descanso interior y zona de defecación exterior), que se ha adaptado mediante un panel con una abertura de acceso, que delimita una zona con cama de virutas y una lámpara de gas para la calefacción. En este "nido" los lechones descansan y se calientan, mientras que inmediatamente fuera (pero aún en la zona interior) hay un comedero para pienso seco y bebederos.
El panel se fija mediante un pasador que lo sujeta a una barra atornillada a la pared, que tiene dos posiciones. En el suelo, una varilla mantiene el panel en su sitio. Inmediatamente después del destete, el panel se fija en la posición 1, delimitando un nido bastante reducido y, al cabo de unos días, a medida que los lechones crecen, se cambia a la posición 2.
Fuera del nido, pero todavía en la zona interior del corral, un comedero circular con pienso seco y bebederos de agua potable.
El nido, equipado con una lámpara de calor y virutas frescas y secas en el suelo, se convierte en un lugar reconfortante para los lechones recién destetados.
La zona de parque al aire libre con suelo de slat sigue estando disponible como zona de defecación.
La zona exterior, de suelo con rejilla, con los comederos laterales para la alimentación líquida.