Para obtener buenos resultados reproductivos, es indispensable el uso del verraco para detectar celos. Lo ideal sería llevar las cerdas al verraco... pero en granjas grandes es poco práctico, ya que supondría mucho tiempo, con los costes asociados. Teniendo en cuenta que las cerdas destetadas, en la mayoría de las granjas, se alojan en jaulas individuales, habría que liberarlas una a una y llevarlas al verraco, dos veces al día, hasta que se detectara el celo: imagina una granja con 1.000 cerdas que tuviera que mover 50 cerdas cada día... ¡impensable!
Lo que se hace es llevar al verraco a las cerdas y hacerlo caminar por el pasillo, parándolo delante de cada una de ellas. Del mismo modo, una vez identificado el celo, se lleva al verraco delante de la cerda durante la inseminación, ya que genera estímulos olfativos, táctiles y sonoros que inducen contracciones del cuello uterino que colaboran con la progresión adecuada del semen hacia el útero.
Para reducir el personal necesario para estas operaciones, hoy en día es habitual equipar los pasillos con puertas fijas o mamparas móviles como la que se muestra en las fotos.
En esta granja usan un panel de aluminio cortado a medida para que encaje exactamente entre las dos jaulas adyacentes de cada lado del pasillo. Una vez colocado, dos sistemas laterales de bloqueo con cerrojos lo fijan en su sitio.
Los cerrojos también tienen un cierre de rosca para evitar que los abran los verracos.
Al ser ligera, es fácil de desplazar y también tiene un asa para facilitar su manejo.