La repetición del último mercado de julio en España parece el preludio de una serie de repeticiones. El mercado se encuentra en equilibrio, frágil pero en equilibrio al fin.
Los cerdos no crecen por el calor y la oferta es menor. Por otro lado el matadero no ha podido revalorizar la carne al mismo ritmo que el vivo (subida récord de 37 céntimos en vivo en 11 semanas) y su margen se ha volatilizado.
Se sacrifica a medio gas, algunos mataderos sacrifican sólo cuatro días por semana y los que siguen con cinco matanzas asumen que sólo existen cerdos para una actividad un 15 – 18% menor. Sacrificar cerdos y despiezarlos no es atractivo por la ausencia de margen.
Estamos en el máximo del año (y del pasado) y parece claro que congelar carne no es una opción. El matadero procura vender en fresco todo lo que puede. Las granjas siguen llenas y todo hace pensar que en septiembre habrá oferta importante o muy importante de ganado (como cada año) y los precios deberán bajar.
China ha importado a todo tren carne de cerdo de Europa este primer semestre pero ahora mismo el mercado chino ha perdido fuelle. Los precios han bajado y, en este momento, tanto EEUU como Canadá tienen mejores posibilidades que Europa (el precio de sus cerdos está bajando a toda velocidad, especialmente en EEUU) de vender allí.
Podemos decir que Europa en su conjunto está en standby (modo esperar y ver) a la espera de acontecimientos. Alemania tiene muchos menos cerdos de lo habitual y no valen más simplemente porque no es posible aumentar el precio de la carne. Lo mismo sucede en Francia, el primer cliente de España hasta el año pasado.
Continuaremos por encima de 1,30 euros/kg mientras la oferta siga restringida. No hay que olvidar que el precio español es el más elevado de toda Europa con excepción de Italia. Es innegable que la producción española ha crecido más de un 15% en los dos últimos años (véase comentario anterior) y que colocar estos cerdos de más conlleva concesiones en el precio. La batalla se librará en septiembre y todo dependerá de los mercados exteriores.
El genial Pablo Picasso dijo: “Que la inspiración llegue no depende de mí. Lo único que debe preocuparme es que cuando llegue me encuentre trabajando”.
Guillem Burset