En un año atípico, el precio resiste en su nivel más alto por sexta semana consecutiva en España. A medio plazo no parece que exista otra opción que repetir a la espera que la climatología sea más benigna. Probablemente la cotización no inflexionará a la baja hasta la tercera o la cuarta semana de agosto.
En julio, Alemania ha visto aumentar su cotización 12 céntimos por kilo -aunque bien es cierto que a final de junio este mercado dio dos bandazos bajistas de hondo calado que se han corregido- y Francia se mantiene estable (pérdida de 1,5 céntimos). Europa enseña su cara más amable al productor manteniendo un muy buen nivel de demanda de carne.
La canícula aprieta de lo lindo por doquier, ralentizando palpablemente el crecimiento. La oferta de ganado vivo es muy comedida y los mataderos trabajan al ralentí, al no estar estimulados por el margen y encontrarse en pleno período vacacional.
Con una oferta muy comedida, la demanda acepta autolimitarse no vaya a romperse el mercado.
El escenario que se dibuja para este otoño no ofrece más que trazos halagüeños:
- Las existencias en cámara de piezas nobles son nulas.
- Rusia anuncia, con sordina, que quizás adelantará sus compras a la UE.
- La oferta europea en su conjunto aparece debilitada, Holanda, Bélgica y Francia presentan censos porcinos en retroceso.
- La demanda alemana de piezas nobles ha roto todos los moldes en junio y julio, síntoma claro de rotura de stocks en los operadores más significados.
- El fenómeno de la rentrée (resituación de los consumidores en sus lugares de origen, reabastecimiento del comercio urbano después del verano) se anuncia fiel a la cita de todos los años.
Pensamos que el descenso del precio del cerdo que se observa todos los años en España en septiembre/octubre se producirá –lógicamente- aunque de una forma más limitada y prudente. Si Europa aguanta el tipo (y nada indica que eso no vaya a suceder) podríamos tener un otoño brillante en términos relativos, completando uno de los ejercicios más brillantes de la historia reciente de la ganadería de porcino española.
Higos y nueces no se comen juntos todas las veces.
Guillem Burset |