Los recortes sistemáticos y consecutivos de precio que acontecieron desde el viernes 16 de julio han terminado; la repetición del jueves 19 de agosto y el ajuste de un céntimo al alza del pasado día 26 así lo certifican.
La escalada desenfrenada de junio fue muy virulenta y desconectada de nuestro entorno europeo; los mataderos no pudieron repercutir las alzas, entrando en pérdidas. Esta es la razón ultima que posibilitó su reacción del “todos a una” a la hora de reducir su actividad.
En nuestra opinión, la cascada de recortes en el precio no fue más que la consecuencia del error de tener una cotización española exageradamente alta con relación a nuestros vecinos (por momentos hubo un precio español de hasta más de 25 céntimos más caro que en Francia). Esta semana, por el contrario, España muestra una cotización unos 20 céntimos más baja que en Alemania.
En cualquier caso septiembre ha llegado con buenos augurios: el mercado presenta una demanda nunca vista en productos grasos (algunos cortes han multiplicado su precio por tres en tres meses) y el fenómeno de regreso de los veraneantes a las ciudades provoca, como cada año, una buena demanda en general.
El precio español es ahora mismo competitivo y no son de temer tropiezos inesperados; Alemania ha recuperado su histórico papel de motor de Europa (a causa de un ligero retroceso en su cabaña) y tanto Polonia como Hungría nos sorprenden con un flujo sostenido de compras en despieces de gama medio-baja, contrariamente a lo esperado. Bélgica y Holanda prosiguen su lento e ineluctable retroceso, Francia sacrifica a buen ritmo pero sus pesos en canal son inferiores a lo normal (lo que provocó el salto brusco de + 5 céntimos el jueves día 26).
Septiembre no suele ser un mes dado a las alegrías; el fin del calor veraniego normalmente provoca una acumulación de ganado retrasado por esa causa. Opinamos que la cotización no cederá un ápice de su nivel actual; si acaso podría moverse, de forma muy prudente, al alza.
Como dijimos en su momento: los errores siempre se pagan caros, no importa quien los cometa.
Guillem Burset
Grup Unexporc