La filtración de aire en granjas de cerdos es un eslabón más en los protocolos de bioseguridad que tiene como objetivo disminuir la transmisión entre granjas, por vía aerógena, de nuevas cepas de virus PRRS en zonas de alta densidad porcina. El éxito del sistema, demostrado ya por varios estudios en granjas de madres y centros de inseminación, reside en la disminución del riesgo de introducción de nuevas cepas en las granjas produciendo así cerdos negativos a la enfermedad durante periodos más largos de tiempo.
Ampliación de nave con ventilación en túnel para la instalación de paneles de filtros.
Instalación de filtros en el ático sobre las entradas de aire a la granja.
En el artículo “Estudio observacional de granjas con filtración de aire frente a virus PRRS en Norte America” se analizaba el rendimiento de este sistema en granjas de madres. Este estudio concluía que las granjas no filtradas sufrían un brote de PRRS cada 1,4 años y las comparaba a las filtradas que los tuvieron cada 7,9 años bajo las mismas condiciones.
Basándonos en estos cambios de la incidencia de brotes frente a la enfermedad, los resultados productivos de un subgrupo de estas granjas fueron analizados (8 granjas control frente a 13 granjas filtradas) durante un periodo superior a 6 años.
A partir de estos cambios en producción se calculó el parámetro financiero “periodo de amortización de la inversión” o años necesarios para conseguir el pago completo invertido, en este caso, en bioseguridad. Estos parámetros se calcularon usando un presupuesto parcial de las diferencias en costes de estas granjas filtradas frente a las granjas control y no-filtradas; es decir, únicamente se tomaron en cuenta los cambios en producción, la inversión (compra de filtros, pre-filtros y su instalación en la granja) y los parámetros que eran variables en un tipo de granja frente a la otra. Un ejemplo del análisis de datos productivos se refleja en las gráficas 1 y 2 en las que se muestra los cambios en tasa de partos y cerdos destetados/cerda/año por tipo de granja.
Grafica 1: Tasa de partos ajustada por periodo de estudio (3 meses) comparando granjas no filtradas (azul) y granjas filtradas (rojo).
Grafica 2: Producción de cerdos destetados/cerda/año ajustada por periodo (3 meses) comparando granjas no filtradas (azul) y granjas filtradas (rojo).
Tras la modelización estadística de la producción de estas granjas frente a diferentes variables se detectó un incremento total de la tasa de partos y de los cerdos destetados cerda/año de un 4% y de 1,9 cerdos respectivamente, y una disminución de la mortalidad en las cerdas de un 2,3% en las granjas filtradas al compararlas con las no filtradas.
Tomando estas diferencias de producción, se creó un presupuesto parcial en una hoja de cálculo con los costes variables de ambas granjas. Para el análisis del coste de producción de cerdo destetado, el análisis se basó en una granja modelo de 3.000 cerdas, con un coste de alimentación de 278 $/cerda/año.
Se estudiaron dos escenarios distintos: escenario 1 (o granja no filtrada sin inversión) y escenario 2 (granja con 150$/cerda de inversión en sistema de filtración). Se asumió que la filtración del aire en estas granjas con respecto a las granjas no filtradas (costes variables) mejoría los cerdos destetados/cerda/año, la tasa de partos, de reposición, la mortalidad de las cerdas y los costes veterinarios. Por otro lado, se asumió el coste anual del cambio de filtros (cada 3 años) y de pre-filtros (cada 6 meses). Otro punto importante a tener en cuenta era el coste de la venta del lechón destetado: 39,32 $/cerdo destetado, con una prima de 5 $ cuando el cerdo se destetara negativo al virus PRRS (una prima conservadora pero que intenta reflejar una aproximación a los costes reales del sector).
Teniendo en cuenta estos supuestos basados en mejoras en producción reales en estas granjas, el modelo calculó una diferencia en producción total de casi 6.000 cerdos destetados más al año en las granjas filtradas al compararlas con las no filtradas. Teniendo en cuenta la frecuencia de brotes en estas granjas, y asumiendo una producción de lechones positivos a virus PRRS durante al menos 220 días tras cada brote de la enfermedad, el periodo de amortización del sistema de filtración fue de 2,1 años.
Como conclusión, este estudio refleja el rendimiento de este sistema de bioseguridad en un conjunto especifico de granjas de madres de una zona de alta densidad porcina. El análisis de la rentabilidad de esta inversión esta basado en medias y sus resultados no pueden ser considerados como predictores de una granja determinada. También, es importante tener en cuenta que estos cálculos no podrían ser aplicados en granjas de bajo riesgo a virus PRRS o en granjas de bajo nivel en bioseguridad. Continúa siendo básico llevar a cabo previamente un análisis exhaustivo de la bioseguridad de cada granja antes de considerar llevar a cabo esta inversión.