Cuando entramos en enero existía mucho ganado retrasado a causa de las fiestas navideñas en las que se perdió prácticamente una semana entera de matanza. La fuerte actividad sostenida de los mataderos ha reabsorbido una parte importante de esta bolsa de oferta, casi toda.
Mercolleida, la lonja de referencia del mercado español, marcó una puja casi inapreciable el jueves 22 de enero, después de 26 sesiones bajistas o de repetición. 26 semanas sin subir es mucho tiempo, una eternidad. Finalmente enero cerró con una subida de 1 céntimo en vivo en la última sesión de mercado.
El euro se ha hundido frente al dólar (desde Navidad hasta hoy acumula más de un 10% de depreciación). La debilidad del euro es buena para las exportaciones europeas: somos más competitivos y sin hacer nada significativo la carne europea está más solicitada en detrimento de la americana.
Cotizar por debajo de coste genera dudas, nervios y… pérdidas en las cuentas de explotación. Toda la Europa productora de porcino trabaja con márgenes negativos y la gran pregunta es: ¿hasta cuándo?
La situación es preocupante:
- El consumo interno sigue sin despegar, se habla de una reducción en 2014 de casi un 2% del consumo de carne de cerdo en el ámbito de la UE.
- Rusia sigue sin abrir su mercado a la carne europea. Los últimos intentos de algún estado miembro para negociar de tu a tu con Rusia han sido rápidamente descalificados por Bruselas; o todos o ninguno vienen a decir las autoridades comunitarias como Francia ha podido comprobar.
- El balance exportador de la UE en 2014 arroja un resultado de 140.000 toneladas exportadas de menos en relación a 2013. La ausencia de Rusia no ha podido ser compensada en su totalidad.
- La producción en la UE apunta a un ligero incremento (mayor eficiencia de las madres fundamentalmente)
En febrero el precio debería mejorar, ligeramente y a trancas y a barrancas pero debería mejorar. La primavera queda lejos y el camino puede ser un Via Crucis. Pintan bastos en contraposición a los dos últimos ejercicios.
El gran estadista Winston Churchill dijo (estando Inglaterra bajo el fuego de las bombas alemanas): “Cuando yunque, yunque; cuando martillo, martillo”
Guillem Burset