Descripción de la granja
Se trata de una granja de 1200 cerdas de la zona centro española, que esta pasando por un período de crecimiento (de 600 madres se va a las 1300). La granja es una Fase I, en la que se sacan los lechones a los 21 días. El plan vacunal de la misma es el siguiente:
Aujeszky: Cuatrimensual en sábana
Rinitis: 75-90 días de gestación
Parvo -MR: 1ª Semana post parto
Aparición del caso (día 0)
Consideramos como cero el primer día que tenemos conocimiento del caso. En este día tenemos una llamada telefónica en la que se nos comunica que 20 lechones lactantes han muerto de manera súbita. Estos lechones tienen más de una semana de vida.
En este punto, varias son las preguntas que nos podemos plantear:
¿Qué podría haber causado esta muertes?, ¿Qué instrumental me tengo que llevar?, ¿Cómo plantearé la visita?, ¿Es necesario tomar algunas medidas preventivas previas?... Puede tratarse de una enfermedad contagiosa o incluso puede ser de declaración obligatoria...
Visita a la explotación (día 1)
Al visitar la explotación 20 lechones más habían muerto (40 en total desde ayer), situando la mortalidad hasta este momento en un 20 % de los animales de más de una semana. Dicha mortalidad se centra básicamente en camadas de primer y segundo parto (75%). No se observa ningún síntoma a excepción de un cierto grado de letargia en alguna camada. Las muertes ocurrían en los lechones de mayor tamaño.
En la granja no se ve ningún síntoma que pueda evidenciar la presencia de ninguna enfermedad.
Necropsia
Aspecto externo: En la mayoría se observa deshidratación sin presentarse casi nunca diarrea. |
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Aspecto interno:
Fuerte enteritis con ganglios mesentéricos muy aumentados de tamaño. El estómago estaba lleno. |
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Medidas tomadas en la granja a la espera del resultado laboratorial
Se inyectó a todos los animales de los 6 días de vida al destete siguiendo la siguiente estrategia:
50 % de los lechones con 0,5 cc de Amoxicilina + Clavulánico 50 % de los lechones con 0,5 cc Amoxicilina + Colistina
Se trató el agua con Colistina soluble durante 3 días. Se instauraron medidas higiénico-sanitarias desinfectando pasillos, pediluvios y obligando que las salas problemáticas fueran atendidas por las mismas personas.
Se remiten dos asas intestinales al laboratorio.
Se aisló Escherichia Coli beta hemolítico, Adhesina (k-88).
Evolución del caso
Las bajas cesaron al instaurar el tratamiento. No obstante a las 3 semanas aparecen 20 animales muertos más.
Al hacer un repaso de la aplicación de las diferentes medidas, se comprobó que las medidas higiénico-sanitarias se dejaron de aplicar al poco tiempo de disminuir las bajas. Por lo que una reimplantación de las mismas (desinfectando pasillos, pediluvios y obligando que las salas problemáticas fueran atendidas por las mismas personas), solucionó definitivamente el problema.
Para más seguridad al tratarse de Escherichia Coli beta hemolítico, Adhesina (k-88) se añadió la vacunación de E.Coli.
Comentarios
Aparición del caso
Esclarecer de entrada el punto de muerte súbita es necesario no sólo para nosotros como prácticos, sino también para el granjero que no siempre tienen este concepto suficientemente claro (hablaremos de muerte súbita cuando el animal muerto estaba totalmente normal previamente y no manifestó ningún síntoma).
Si analizamos las posibles causas de muerte súbita podemos citar a varias: intoxicaciones, accidentes (como una electrocución), infecciones bacterianas (clostridium, coli..), infecciones víricas (encefalomiocarditis...).
Es importante hacer un repaso de cómo plantearse la visita previamente. En principio ninguna de estas enfermedades es de declaración obligatoria y no se tendrían que tomar ninguna medida fuera de lo común respecto al tener que hacer algún comunicado.
Este hecho, no significa que no tengamos que tener las precauciones típicas de bioseguridad respecto a vehículo, ropa, calzado, e instrumental (desechable, es el más interesante). En cuanto al instrumental es necesario llevar aquel que nos permita tomar notas, hacer necropsias y poder enviar muestras.
Visita explotación
Al empezar la visita cabría hacer una buena anamnesis y repasar el estado sanitario de la granja en global. Al ver las maternidades, en primer lugar es aconsejable ir a los animales que pertenecen a las salas en las que no ha habido ninguna incidencia, para finalmente terminar en la de los animales afectados.
El mero hecho de ver que la mortalidad continua apareciendo nos hace descartar la posibilidad de un accidente (electrocución por ejemplo). Es importante notar que existe letargia en alguna camada (esto refuerza aun más la eliminación como hipótesis de cualquier accidente). En la misma visita se tiene que observar que no ha habido ninguna pelea, cosa fácil de constatar mirando a los animales, ya que las peleas podrían haber dado algún fallo cardíaco como consecuencia.
Necropsia
La deshidratación observada en la misma necropsia es muy importante a la hora de orientar el diagnóstico. De la misma manera que lo puede ser el hecho de ver edema en los párpados (visible en las fotos).
Es muy típico de una infección de E. Coli ver como el estómago esta lleno y el intestino está totalmente vacío. El examen bacteriológico del intestino delgado es muy útil para llegar al diagnóstico de esta enfermedad, es por esta razón que como muestra a enviar al laboratorio podríamos escoger asas intestinales.
Medidas tomadas
El mero hecho de sospechar de alguna infección causada por un E. coli hace que sea correcta la medida de tratar en primer lugar a los animales con una colistina de fondo soportada con una amoxicilina y clavulónico.
No obstante hacer el tratamiento sin prevenir las posibles nuevas infecciones es un grave error. Por esta razón es necesario reforzar el tratamiento con una serie de medidas correctoras de manejo que no permitan esta transmisión, así pues:
- El uso de pediluvios en cada nave
- La desinfección sistemática de los pasillos
- Separar al personal que atiende a los animales afectados de los no afectados
Son todas ellas medidas aconsejables en este caso.
Evolución del caso
Los puntos de manejo anteriormente expuestos refuerzan las medidas ya tomadas. No sirve de nada empezar la medicación si no prevemos una posterior posibilidad de infección. Con el tratamiento lo que se pretende es reducir la presión de infección existente a raíz de la enfermedad, pero en ningún caso podemos evitar el hecho de que algún animal enfermo excrete microorganismos patógenos y nosotros nos convirtamos en meros vectores de la enfermedad. De hecho la evolución del caso apareciendo nuevas muertes nos demuestra esta teoría.
Es lógico que la gente se relaje al ver que un caso empieza a remitir, pero nunca se tiene que bajar la guardia. La medicación con antibiótico permitió que no se expresara la enfermedad en nuevas camadas pero no previene la transmisión, cosa que se consigue con la aplicación de las medidas higiénico - sanitarias.
Resulta significativo el ver como la población que presentaba más incidencia era la de primer y segundo parto. Precisamente aquella que no ha tenido suficiente tiempo de generar inmunidad y por lo tanto de transmitir la misma a sus lechones. Es precisamente esta razón la que nos lleva a considerar la vacunación como salida más importante para evitar la repetición del problema en los animales jóvenes de la explotación.