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Seguimos repasando algunas actuaciones desde el punto de vista productivo que podemos hacer para mejorar el índice de conversión.
1. Realizar un correcto manejo de las cargas a matadero. Si los animales ayunan unas 12 horas antes de la carga, vamos a reducir el consumo de pienso y mejoraremos las condiciones del transporte a matadero. Sin embargo, sumando el transporte y el tiempo de espera en el matadero no deberíamos exceder las 24 horas de ayuno en total (Steward 2008).
Durante los periodos de ayuno-realimentación los animales siguen consumiendo nutrientes para su mantenimiento por tanto hay que evitar que esto ocurra (Brumm 2008). Para no afectar el ayuno de los que hay que cargar, ni el crecimiento de los que se quedan unos días es interesante tener corrales especiales de espera; la alternativa es marcar el día anterior los que deben cargarse y valorar en cada corral si son más los animales a cargar o los que se quedan, para tomar la decisión de si todos los animales del corral van a ayunarse o bien si se separan los animales en función del momento de carga.
2. Revisar el peso al sacrifico. Los pesos de sacrificio altos provocan que el IC se incremente. Cuando se ha medido se ha visto el efecto del peso al sacrificio a 116kg, 124kg ó 133kg de PV, siendo el IC desde los 75kg de PV de 3,19, 3,24 o 3,48 (Latorre MA., et al 2004). Este efecto se debe básicamente a que el ritmo de depósito de grasa aumenta y por tanto la proporción de tejido magro/grasa es menor a partir de los 100kg aproximadamente.
Aunque sea obvio que cuanto mayor sea el peso de sacrificio peor será el IC; a la hora de decidir la duración del engorde, o el peso de sacrificio, deben tenerse en cuenta otros factores que afectan al resultado económico de las explotaciones porcinas; por ejemplo el producto que se quiere comercializar. Por otro lado, es importante recordar que el peso óptimo de sacrificio no es un valor constante sino que depende en gran medida del precio del cerdo y del coste del pienso; cuanto más alto sea el precio del cerdo mayor será el peso óptimo de sacrificio y cuanto más caro sea el pienso más se reduce éste (Dipietre 2009).
Según cálculos propios, para una misma empresa el máximo retorno económico, pasó de 85 kg canal en el año 2006 a canales de 78 kg en el año 2007. Por tanto, es importante reevaluar los objetivos de peso de sacrificio sobretodo en momentos en los que hay grandes cambios en los precios de mercado.
Por otro lado, y aunque sea laborioso, pesar algunos animales antes de mandar al matadero puede suponer grandes ahorros siendo una buena inversión disponer de una báscula en la granja.
3. Sanidad. Cuando un animal sufre una infección se producen una serie de cambios:
- se activa el sistema inmune.
- aumenta el metabolismo basal.
- se altera la secreción de hormonas: aumento de las catabólicas (corticoides) y disminución de las anabólicas (GH).
- se incrementa la movilización de reservas y por tanto se reducen las reservas de carbohidratos, proteína y grasas.
El resultado final es que se reduce la síntesis proteica en tejidos no prioritarios, se degradan proteínas musculares y el resultado es una pérdida de crecimiento y un aumento del IC (Bown 2004). Controlar cualquier enfermedad que afecte el IC de los cerdos será siempre una buena inversión.
Una mejora sanitaria que aporte una mejora de 0,05 de IC (50 gramos) supone alrededor de 1€/cerdo.
4. Reproducción. La mejora de la productividad de las cerdas puede suponer un ahorro de pienso global ya que aproximadamente el 17% del consumo de pienso es de gestación y lactación.
Aunque normalmente sólo se contempla el gasto de pienso en la fase de crecimiento/cebo para reducir el IC, el hecho de tener en cuenta el consumo de pienso en fases anteriores puede ser de gran ayuda. De hecho hay algunos autores que prefieren usar parámetros que expresen mejor la eficiencia alimenticia de toda la explotación, pirámide de producción o empresa: el ICglobal ó ICcerdas-sacrificio. Hay que tener en cuenta que una cerda primeriza puede haber consumido unos 750 kg de pienso hasta que desteta la primera camada y una cerda multípara puede consumir unos 450 kg de pienso por ciclo. Cuantos más lechones se obtengan por cada reproductora menor será el impacto del pienso sobre el coste total.
Cualquier mejora en la fase de reproducción que reduzca los días no productivos, aumente la longevidad de las cerdas o los lechones destetados por cerda va a tener también un impacto positivo en este ICglobal.
