Queremos empezar este comentario agradeciendo a nuestros lectores su fidelidad, constancia y perseverancia. Cinco de nuestros artículos figuran entre los 10 más leídos de la web 3tres3 en el transcurso del año 2021. Muchísimas gracias a todos por ello.
Hemos empezado el año con dos noticias antagónicas; por un lado Francia (la administración Macron) ha conseguido que la República Popular de la China le admita el principio de regionalización de la producción en caso de declararse la PPA en territorio francés (algo que ni la mismísima Angela Merkel consiguió para Alemania) y, por otro lado, hemos conocido boquiabiertos las inoportunas y extemporáneas declaraciones del Sr. Alberto Garzón, ministro de Consumo de España, afirmando que España exporta carne de mala calidad. Dos posiciones completamente en las antípodas.
Nuestro reconocimiento al trabajo bien hecho por la actual Administración francesa (si surgiese PPA allí, la carne de las regiones no afectadas podría continuar exportándose a China) y nuestra observación (teñida de reconvención) al ministro español: no creemos oportuno realizar manifestaciones a un medio de comunicación extranjero sin consultar con los actores implicados (en todo caso el debate debería –probablemente– haberse iniciado en un foro doméstico y contrastando las posiciones de otros ministerios y de los actores implicados).
Hace un par de semanas saltó la noticia de que la PPA se había presentado en Piemonte, al norte de Italia. Un factor más a añadir al castigado mercado del porcino europeo. Con la PPA en Italia, sus exportaciones se verán muy perjudicadas: la mayoría de los países terceros (EEUU, Japón, Suiza, Canadá, Taiwán) prohibirán probablemente la entrada al porcino italiano en todas sus formas: en fresco, productos curados, ahumados,
Por otra parte, Italia importa cerca de un millón de toneladas de porcino al año; con menos posibilidades de reexportar los productos transformados, esos flujos se resentirán y se añadirá presión al ya saturado espacio europeo. Sobre todo, en el jamón, la pieza estrella del comercio intracomunitario con Italia. De hecho, ya está sucediendo.
Con toda seguridad nos habría gustado que el Gobierno de España hubiese mostrado su alarma y su consiguiente compromiso en prevenir la potencial entrada de la PPA en España (esa terrible amenaza) ahora que acaba de aparecer en Italia. Un dato: de Piemonte a Catalunya hay menos de 800 km en línea recta.
Varios son los factores negativos que afectan actualmente el mercado comunitario:
- La persistencia del COVID: la restauración anda a trompicones (sus consumos se resienten) y los confinamientos afectan a las cadenas de producción en mataderos y salas.
- La persistencia de la PPA en Alemania: la limitación a las exportaciones alemanas por esa causa provoca que la carne que no puede exportarse a países terceros se quede en la UE, añadiendo más presión a un mercado ya saturado.
- La política alemana de carne 5D. Las grandes cadenas de distribución se han alineado en esta iniciativa: demandan carne de cerdos nacidos, destetados, engordados, sacrificados y despiezados en Alemania (la D de Deutschland). En estos momentos existen graves problemas en Bélgica, Holanda, Polonia y Dinamarca por no poder expedir los cerdos para sacrificio a sus clientes habituales, quienes ahora no pueden comprar esos animales cuya carne nadie quiere en Alemania. Está por ver el final de esta historia.
- El desconcierto del mercado alemán: en efecto llevamos unas semanas con los precios "de la casa" de cada matadero por debajo de las cotizaciones oficiales. Esto sucede de vez en cuando pero no suele persistir tanto en el tiempo como esta vez.
- La ausencia de las compras chinas; no se trata de una ausencia total, pero sí de compras muy inferiores en cantidades y, sobre todo, a precios irrisorios. China recupera cabaña a pasos agigantados.
- La aparición de la PPA en Italia es un nuevo factor desfavorable, como se ha dicho.
En la sesión de nuestra lonja directorio (Mercolleida) del jueves día 13 de enero se produjo una lucha descarnada entre la producción y los mataderos. Se cerró con una inusual subida –al inicio de enero– de 0,001 €/kg vivo. Toda una declaración de intenciones.
En la sesión de ayer, las posiciones de mataderos y ganaderos eran opuestas. Después de un intenso tira y afloja, se repitió la irrisoria subida de 0,001 €/kg vivo. De momento no hay más cera que la que arde. Las espadas están en alto, sobre todo con la bajada de 3 céntimos en canal de Alemania del miércoles día 19.
La producción necesita desesperadamente que el precio del cerdo levante el vuelo. Las pérdidas actuales son asfixiantes e inasumibles. Perder 30 céntimos por kilo en vivo no es una opción. El matadero tampoco está para lanzar cohetes; su margen dista de ser confortable, pero al menos es positivo de momento.
Nos parece que habrá una pelea a cara de perro; una pelea que si las cosas no cambian será por migajas. Nadie puede regalar nada. La producción necesita que el cerdo suba. El matadero necesita defender su margen y afronta un mercado de la carne completamente deprimido. Hasta marzo no creemos que las subidas puedan ser importantes.
Somos miembros de pleno derecho de la Unión Europea, lo que se conoce como el Mercado Común debido a normas comunes e iguales para todos. Para que el precio del cerdo pueda remontar el vuelo será necesario palpar y constatar que la cabaña europea se ha reducido. Pensamos que pronto (¿en marzo quizás?) la oferta de ganado para sacrificio se verá muy mermada por los sacrificios masivos que ha habido de lechones y por los abandonos de actividad de muchos productores de Centroeuropa. Demasiados meses con precios por debajo de los costes (¡algunos países llevan ahí desde octubre del 2020!) han provocado muchas deserciones y ceses de actividad.
Sólo cuando la oferta del vivo sea (en el ámbito de la UE global) corta e insuficiente, y sólo entonces, veremos los precios subir sin complejos. Es cuestión de tiempo, pero esa contracción importante de la oferta está en curso y llegará. Estaremos atentos para comentarlo.
Pensamos que es posible que en mayo veamos el precio de nuestros cerdos a 1,30 en Mercolleida y –ya puestos– muy probablemente a 1,40 en julio. Tiempo al tiempo. Saldremos del túnel; maltrechos, pero saldremos. Todo apunta a que será un año duro y difícil para los mataderos (costará Dios y ayuda subir la carne y los cerdos subirán poco a poco en febrero y con más contundencia más adelante, ¡aunque no es descartable todo lo contrario!).
Para terminar, queremos traer hoy a colación –en estos actuales difíciles tiempos– una frase de Séneca, popular filósofo estoico de la antigua Roma: “No hay nadie menos afortunado que el hombre a quien la adversidad olvida, pues no tiene oportunidad de ponerse a prueba”.
Guillem Burset